Para ver la música desde la
oscuridad, hay que mirar con el alma. Santiago Cittadini fue un no vidente,
inmigrante italiano, del que pocos deben conocer la dimensión alcanzada por ese
indiscutido compositor y excelente pianista y violonchelista. Había nacido el
26 de julio de 1890 en Italia en Porto Recanati, pequeño pueblo muy próximo a
Ancona, sobre el mar Adriático, lugar en el que también nació su primo hermano,
el destacado tenor de fama mundial, Beniamino Gigli.
Estudio en Roma como no
vidente, recibiéndose a los 23 años de profesor, siendo concertista de piano,
órgano y violoncelo. Llegó al país en 1913. Fue un acreditado compositor de
piezas que recorrieron el mundo siendo ejecutadas en teatros como el Colón y el
Opera de Buenos Aires, el Teatro Argentino de La Plata, las que fueron grabadas
en distintos sellos de Europa por tenores de la talla de Beniamino Gigli y Tino
Monti.
De su inspiración nacieron
composiciones como “Canción sin palabras”, “Ninna Nanna”, “Serenata española”,
“Es siempre noche”, “Cuando el amor nace”, “A la danza” y “Nostalgia de amor”. Estas
composiciones de Cittadini, fueron grabadas por Beniamino Gigli en febrero de
1949, en abril de 1952 y en marzo de 1954. En un relanzamiento de sus
principales interpretaciones, bajo el título de “Testamento” una discográfica
reeditó la obra de Gigli, en Canadá, en 1999. Un año antes, se conoció una
regrabación del tenor inglés Charles Craig, que incluía “Nina Nanna” de
Cittadini junto a las obras más importantes de Giuseppe Verdi. Las
presentaciones en público de Cittadini en nuestra ciudad, eran un verdadero
suceso. Más acá en el tiempo el destacado músico, junto al Dr. Miguel Saibene,
son autores de otras composiciones musicales como “Aquel Amor” vals, “Cantinela
Materna”, canción de cuna y “Vuelve del mar”, canción melódica.
Beniamino Gigli, uno de los
mejores tenores de la primera mitad del siglo XX, junto a Enrico Caruso, como
señalamos, era primo hermano del cantante. “Puedo decir que nos criamos juntos,
-afirmaba- éramos de la misma edad. Ellos eran 4 hermanos y su padre un
pobrísimo zapatero de la aldea. Cuando ya estaba instalado en Roma, me llevaba sus
ensayos, hasta que un día fue llamado a la casa de su maestro. Fui con él y nos
llevamos la sorpresa de encontrarnos en presencia de Giácomo Puccini, el eximio
compositor que quería conocerlo”. “Aparte del vínculo familiar, Beniamino
sentía por mí un entrañable cariño, estimulándome a tal extremo que muchas de
mis composiciones fueron grabadas por él en Londres. Era toda bondad y
sencillez y refiriéndose a mis composiciones grabadas me decía: Las cosas que
he cantado para vos lo he hecho con el corazón”. “En el Teatro Colón, en uno de
sus conciertos interpretó una canción de cuna mía titulada “Ninna Nanna” y en
el Teatro Argentino de La Plata, me ubicó en un palco y cantó mi canción de
cuna, avanzó en el proscenio y señalando el palco donde me había ubicado
expresó: Ahí está el autor. Demás está decir de mi bochorno, pero él me
tranquilizó diciendo que mis producciones serían llevadas por él a través del
mundo, y así fue”, afirmó Cittadini.
Con motivo de celebrarse el
Centenario del Partido de Juárez, se realizó un concurso para elegir la Marcha
oficial del distrito. El primer premio fue para la obra compuesta por Santiago
Cittadini, con letra del Dr. Miguel Saibene, quienes ya eran autores de otras
composiciones musicales como “Aquel Amor”, “Cantinela materna” y “Vuelve del
mar”. Fue sin dudas, la ratificación del talento de Cittadini, que ya había
tenido su reconocimiento en el máximo nivel de la música, de la mano de Beniamino
Gigli.-

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