Cuando hablamos de la educación en nuestro distrito existen nombres y apellidos insoslayables, que aportaron material y espiritualmente a su desarrollo y crecimiento. Hombres conscientes del rol que la instrucción juega en la formación integral de la persona. Cayetano Zibecchi y Juan José Bernal Torres integran este selecto grupo de pioneros que marcaron un camino fecundo ubicándonos en un lugar destacado en la región por la claridad y la excelencia en la formación de aquellos niños.
CAYETANO ZIBECCHI: UN BENEFACTOR DE LA EDUCACIÓN
Cayetano Zibecchi
(foto) había nacido en Italia y llegó a
Era una importante
firma comercial a la que concurrían pobladores de una amplia zona para
proveerse de una gran variedad de artículos, y realizar toda clase de
transacciones, al punto que puede decirse que obraba a la vez como boliche al
menudeo y almacén al por mayor, y en muchos casos como gestor de negocios y
agente bancario.
La mercadería era
traída de Buenos Aires por tropas de carretas que regresaban cargadas de lanas
y cueros, únicos productos que entonces se obtenían en Juárez. La firma integrada
por Ángel y Cayetano Zibecchi, se prolongó hasta el año 1898, fecha en que se
constituyó la sociedad formada por Taglioretti Hnos. y Zibecchi, en la que
participaban Alfonso y Bernardo Taglioretti, Pedro Ambrosio Speroni y Cayetano
Zibecchi, actuando hasta el año 1919 en que cambia nuevamente su integración.
También Cayetano
Zibecchi fue impulsor de la industria en nuestra ciudad ya que en 1893 siempre
en sociedad con su hermano se unió a los señores Guglielmetti para inaugurar el
primer molino harinero de la zona que trabajaba a base de cilindros para la
molienda, pues hasta entonces se utilizaba la molienda a piedra.
Las aspiraciones eran mayores aún por lo cual buscó en la explotación agropecuaria un escenario adecuado para trabajar con intensidad. La importante fortuna que había acumulado en el comercio y la agricultura, la fue retornando a manos llenas a su patria adoptiva.
Echó las bases de
Las escuelas comunes del distrito recibieron de Don Cayetano Zibecchi aportes importantes para edificación. Hizo construir edificios para las suburbanas nº 7 en el barrio de la estación, nº 9 en el barrio Pachán; nº 15 en el barrio San Roque; nº 10 en la esquina actual de Fortabat y San Juan; todas con su correspondiente vivienda para el director y adecuadas comodidades.
Prosiguiendo estas
edificaciones construyó las escuelas rurales nº 12 en El Nido, y la nº 4 en San
Juan, no solamente de más valor sino también de mayor adaptación pedagógica,
con excelente casa para el Director dotándola de parcelas de tierra para la
prácticas agrícolas y plantación de árboles. Su experiencia lo llevaba con
indiscutido acierto por el auténtico camino de la escuela rural en el
cumplimiento de su función de instrucción y formación de la juventud del campo.
La educación, la agricultura y el culto al árbol cobraban en su espíritu la fuerza de una pasión admirable. Su legado con la distribución de sus bienes destinando un alto porcentaje a estos fines de capacitación y educación, dan perfiles definidos a su conducta en la etapa final de su vida. Cayetano Zibecchi, este gran benefactor de la educación, falleció en julio de 1923.
J.J.BERNAL TORRES: UN GRAN EDUCADOR
Cuando hablamos de
la educación en Juárez, sobresale la figura del filántropo Cayetano Zibecchi,
en su aporte material y el nombre de Juan José Bernal Torres (foto) en cuanto a
su capacidad intelectual y la obra que dejaron sus inquietudes.
Fue Bernal Torres
el primer egresado varón de
Cuando abordamos
la educación y la cultura, (además de la política) su nombre siempre está
presente.
El diario Tribuna
lo definía como un hombre de esos que “hacen por los demás – débiles o
tambaleantes-, afrontando con energía y abnegación, las influencias
inconvenientes para salvar empequeñecimientos y humillaciones y evitar las
crisis de los valores morales de instituciones y personas. Así perfiló su
personalidad. Primero
En sus conceptos
el diario local agrega que era un hombre que “escribiendo en la revista o el
periódico tenía una inspiración saludable. Subiendo a la tribuna mostraba la
elocuencia del sincero, con la gravitación imponente de la vehemencia.
Tendiendo la mano cordial y prudente a los necesitados del estímulo. (…) Hombre
que no se gastó en vanidades y huecos principios mundanos. Que lo dio todo sin
pedir nada. Una vida que a la hora de la tregua desembocó de nuevo en la
directiva educacional para darle al pueblo la savia de un instituto y una
universidad”.
Bernal Torres falleció el 13 de setiembre de 1964 en la ciudad de Necochea. Sus restos fueron trasladados a nuestra ciudad y velados en instalaciones de la Asociación Popular de Cultura de la que era presidente y uno de sus fundadores. El gobierno comunal decretó el duelo y mantenimiento de las banderas a media asta.
Juárez tuvo un
gran ciudadano educador, con espíritu Almafuertino y las energías nunca
vacilantes de Sarmiento, para defender la escuela la cultura y la otra
preceptoría, la de la dignidad sin cortinas de humo. Se llamó Juan José Bernal
Torres.
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