28 may 2021

EDUCACIÓN: PRIMEROS TRAZOS

Factor decisivo para juzgar el adelanto de los pueblos, es considerar el progreso que la educación pública haya llevado a través de los años.

Establecimiento La Invernada año 1909

Nuestro distrito en ese sentido puede considerarse orgulloso de las alternativas que le han correspondido ya que a los pocos años de su fundación se inicia, aunque en forma precaria, el camino hacia el aprendizaje.

Máxima Velázquez

   El primer silabeo fue dirigido por Don Domingo Fontana, en una escuela particular que funcionaba en la calle Otamendi (hoy Av. Zabalza) y Suipacha, destinada a la instrucción de varones, y por Doña Máxima de Velásquez, quien dirigió la escuela de niñas, ubicada en Lavalle entre Alsina (hoy Libertad) y Otamendi (hoy Av. Zabalza). 

No obstante, algunos artículos periodísticos, señalan que la primera escuela del partido debió funcionar en el paraje denominado La Víbora en los campos, por entonces, de don Juan B. Roo, en inmediaciones de Tedín Uriburu allá por el año 1875, siendo precisamente su única maestra y directora  Máxima R de Velásquez, esta información no está documentada.

El creciente aumento de la población imponía la necesidad de facilitar las funciones de aprendizaje y es por eso que con fecha 16 de octubre de 1878, reunida la Comisión Municipal, fue nombrado el primer Consejo Escolar, recayendo las designaciones en los vecinos: José Ande, Juan Serraillet, Esteban Duart, Adolfo Martínez y Ángel Zibecchi, los que con fecha 21 de octubre se hicieron cargo de sus funciones.

El Presidente del Consejo Escolar, Adolfo Martínez, con fecha 27 de octubre de 1878 le envía una nota al Director General de Escuelas, Don Domingo Faustino Sarmiento: “Participo a Ud. para su conocimiento existir en la localidad dos escuelas particulares, una de niñas y otra de varones a quienes se ha pasado la vista de Inspección. No hallándolas en las condiciones de la Ley de Educación, se hace urgente la creación de las Escuelas Públicas.”

El máximo propulsor de la educación en el país, Domingo Faustino Sarmiento, aprobó el pedido con máxima celeridad ya que a la semana, precisamente con fecha 4 de noviembre se recibe la siguiente respuesta: “Al señor Presidente del Consejo Escolar de Juárez: Manifiesto al Señor presidente que es de urgente necesidad se instalen en ese distrito el año próximo, las Escuelas comunes de su jurisdicción y que el presupuesto establece, pudiendo solicitarse oportunamente los útiles y fondos necesarios al efecto debiendo nombrarse maestros con diploma para dirigirlas. Dios Gde. a V. Domingo Faustino Sarmiento.”

Los trámites legales y administrativos permitieron que el día 16 de marzo de 1879 se habilite el funcionamiento de una escuela de varones y otra de niñas dirigidas por Don Carmelo Álvarez y Doña Rita Bedoya respectivamente y teniendo como sub preceptores a Don Domingo Fontana y Máxima Velásquez. Nacían así las primeras escuelas públicas oficiales en Juárez. La inscripción alcanzó a 142 varones y 133 niñas.

El mobiliario y útiles comprado por la Dirección de Escuelas se valuó en 26.355 pesos y se alquilaron, para su funcionamiento los locales de la actual avenida Libertad entre San Martín y Lavalle (contiguo al actual Fénix Club).

Por entonces eran llamadas Escuela Elemental de Varones y de Niñas respectivamente. Es en el año 1881, según los archivos, que pasa a denominarse Escuela nº 1.

El crecimiento poblacional implicó la necesidad de contar con instalaciones acordes, por lo que se construye en el año 1938 el edificio que actualmente ocupa la escuela que lleva el nombre del “General San Martín”. Antes funcionó en instalaciones contiguas al Banco Nación, en avenida San Martín, (foto) donde en la actualidad se encuentra el Edificio Fiscal.



Alumnos Escuela nº1 en Av. San Martín

Pero volviendo a los comienzos, debemos señalar que el 1 de septiembre de 1883, se habilita oficialmente, la Escuela nº 1 Rural Elemental, de ambos sexos, bajo la dirección de Eusebio de Urraza, cuyo primer asentamiento se ubicó en el Cuartel V en la finca del señor Martino Peralta. Nos estamos refiriendo a la actual Escuela nº 3, que en 1943 tomó el nombre de “Domingo Faustino Sarmiento” y un año más tarde inauguró su actual edificio, situado en la esquina de Constitución y Catamarca, sobre el terreno donado por José Pifano.

También en 1883 se creó la Escuela nº 2 Rural Elemental mixta, en la que actúa como director Juan Sánchez. Estaba ubicada, en el predio que hoy ocupa el edificio de la Escuela nº 1, en la esquina que muestra la fotografía (Mitre y Alsina).

Escuela nº 2 Rural Elemental


El 25 de febrero de 1889 fue creada la Escuela nº 10, fue su primera Directora la señora Máxima Rodríguez de Velásquez quien atendía todos los grados, actuando como preceptora María Elena Rivero. Luego de pasar por diferentes ubicaciones toma su lugar definitivo cuando Cayetano Zibecchi dona el edificio de La Rioja y Fortabat.

La Escuela N º 11 (hoy concentración N º4) fue fundada en el año 1909, y por aquel entonces se hallaba emplazada en el cuartel 1º siendo su ubicación suburbana en la Quinta Flores. Su primera directora fue la Sra. Rufina L. Alcorta, y en 1911 el director fue el Sr. Alejandro Duhalde hasta el mes de julio, cuando la conducción pasó a manos de la Sra. Julia Escobar.

 En 1920 comenzó a funcionar en la finca del Sr. Di Maggio y su directora a partir del año 1922 fue la Sra. Celina B. de Moreis. En 1948 pasó a funcionar en una propiedad de la Dirección General de Escuela y Cultura. Pasaron los años, las generaciones juarenses ocuparon esos bancos que fueron multiplicándose a medida que aumentaba la creación de escuelas.

Enseñanza privada

Paralelamente a las escuelas públicas, iban surgiendo las escuelas privadas. En 1880 comienza a funcionar el Colegio Salonio, fundado y atendido por Adela Bianchi de Salonio que tuvo actividad hasta el año 1905. Este funcionaba en la calle Chacabuco entre San Martín y Mitre.

Otro establecimiento educativo, creado en 1895 fue el Colegio San José de las Hermanas Josefinas. Funcionó primeramente en la calle San Martín entre Libertad y Otamendi luego de varios cambios domiciliarios y hasta su clausura funcionó en la calle Mitre en la propiedad de Feliza de Scáziga. En esta época tenía el carácter de internado y cerró sus puertas en 1911.


El Colegio Italo Argentino (foto) fue fundado en 1897, bajo la dirección de José A. Julianelli a quien le sucedió Don Guarino Di Tada en 1903, este educador fue luego director de escuelas comunes y llegó más tarde a inspector de escuelas de la provincia. Estaba ubicado en la esquina que actualmente ocupa el “Centro Cultural A. Marinelli”.

Escuela de La Invernada

En el año 1898 llegó al campo “La invernada”, y en calidad de tenedor de libros del establecimiento, Salvador Sarrasquet, que simultáneamente inició funciones docentes.

El viejo fundador de la familia Cristeche, Don Luís, que procedía de Rauch, había traído como tenedor de libros a Sarrasquet y fue quien cedió sus comodidades en la estancia para instalar la escuela. Allí concurrieron los niños de las 15 mil hectáreas que arrendaba Luís Cristeche y de otros campos vecinos. Tenía internado para varones y niñas. Es pues el fundador del primer internado rural del partido. Sus alumnos adquirían una sólida preparación, ingresando muchos de ellos sin dificultades a institutos de segunda enseñanza, algo que para esa época no era nada fácil.

Allí recibieron su primera educación e instrucción Juan Presa, Juan Hiribur, Abelardo Bortayro, Las familias Cristeche, Harriague, Ezeiza, Borthiry, Álvarez, Dufau, Varela, Goñi y tantos otros.

Más propuestas

Cuando hablamos de establecimientos educativos sobre fines del siglo XIX y principios del XX, no debemos pensar que cada colegio tenía una importante estructura edilicia, como estamos acostumbrados en la actualidad, generalmente eran casas amplias que se alquilaban. A partir de esta advertencia se puede explicar la oferta educativa de entonces, donde a los mencionados debemos sumarle otros como el Colegio Comercial dirigido por Ludovico A. Proverbio en el año 1903; el Colegio Rivadavia fundado en abril de ese mismo año bajo la dirección de Maria L. Pérez; el Colegio Domingo F. Sarmiento, también de 1903 fundado por Domingo Uliarte.

El Instituto Verdier (foto) fue uno de los establecimientos privados que empezaron a tener cierta envergadura, teniendo en cuenta la fecha de fundación que fue en 1893. Adolfo Verdier fue el fundador, quien había llegado de Francia en 1889. El establecimiento estaba ubicado en la actual avenida Libertad entre Lavalle y San Martín.  Allí se dictaban clases a alumnos de primero a sexto grado. Entre los que asistían en el año 1903 podemos nombrar a Juan Mascietti, Francisco Siderio, Ignacio Echeverría, José Casterá, Pablo Conte, Juan Errozarena, Agustín Arrosio, Pedro Inchausty, Juan Chrestia, Juan Arrillaga, Eduardo Dominé, Jacinto Ormaechea, Roque Capellano, Esteban Arrillaga, Tomás Arrillaga y Carlos Roo.

Debemos agregar a esta nómina de establecimientos el Colegio “Italo-Platense”, ubicado en la avenida N. Otamendi, que dirigía el profesor Aquiles Monet, en el que estudiaron, entre otros vecinos, en el año 1903, Bernardo Carrozzi, Ricardo Bona, Guillermo Guglielmetti, Vicente D´Annunzio, Ernesto y Atilio Rusconi, José Arruebarrena, Andrés Bellagamba, Juan Laborde y Marcos Molinatti.

Colegio de La Salle

Aula Colegio La Salle en 1930

El Colegio de La Salle tuvo como fundador y propietario, en nuestra ciudad, al Rdo. Padre Julio Chieno, quien estuvo a cargo de nuestra Parroquia de 1907 a 1916 año en que fue nombrado titular de la Parroquia de Tandil. Inició su actividad el 1º de marzo de 1911 funcionando en la calle Alsina entre Mitre y Belgrano, donde actualmente funciona el Banco de la Provincia de Buenos Aires, con los seis grados primarios y el programa del colegio del mismo nombre de la capital, además se daban clases de dibujo, música, idiomas y enseñanza de contabilidad.

El primer director fue el Padre Juan Brazzola. En el año 1928 se hicieron cargo del Colegio los Rdos. Padres de la Sagrada Familia y se cambió la denominación, precisamente por la de Colegio de la Sagrada Familia que conservó hasta el cierre del mismo. Bajo la dirección de Ulderico Luís Beretta se incorporó a la enseñanza oficial de la provincia.

En 1945 cierra definitivamente y su edificio (que hoy ocupa el Banco Provincia) pasó a depender del Obispado de Azul.

 Colegio Inmaculada Concepción

En el mes de marzo de 1907 inicia sus actividades una de las instituciones educativas trascendente para la comunidad: el Colegio de la Inmaculada Concepción.

Fue fundado por la Madre Sylvie (foto) quien acompañada por las Hermanas Marthe Marie, Elizabeth, Mane Madelaine, Lude y Alexine, llegan a Juárez a fines del año 1906 para ultimar detalles de la habilitación de la escuela y firmar el contrato de alquiler de la vivienda donde va a funcionar.

El entonces periódico bisemanal El Fénix, en la portada de la edición del 31 de enero de 1907 anunciaba la concreción de la aspiración de familias juarenses para la instalación “de un colegio para niñas, bajo la competente dirección de las hermanas francesas de la Inmaculada Concepción, educacionistas tan ventajosamente conocidas en Europa, Norte América y Méjico con el nombre de Las Azules”.

“El espacioso y bien situado local –continúa El Fénix- que ocupa la familia del señor Antonio Frigerio en la Avenida Alsina y Lavalle va a ser mejorado y ampliado con las comodidades necesarias para la instalación del colegio, cuyas clases se abrirán en marzo próximo para pupilas, medio-pupilas, externas y para señoritas que deseen completar o perfeccionar sus estudios en algún ramo en especial”.

El 2 de febrero de 1907 obtienen la autorización de las autoridades educativas de La Plata para abrir el Colegio y tener un oratorio. En abril comienzan las clases para pupilas, medias pupilas y externas. El fin de este establecimiento, es educar bajo las pautas de la religión cristiana.

Alumnas del Colegio de Hermanas

El personal docente lo forman las mismas Hermanas encargadas del establecimiento, religiosas de la Inmaculada Concepción, que han regenteado grandes Colegios en las principales ciudades de Francia, España, Portugal e Italia.

La matrícula aumentaba a un ritmo superior al que podían ofrecer las instalaciones, es así que en el año 1912 se trasladan a una casa más amplia la del señor Juan Roo, en la actual avenida Alsina contiguo al Club Alumni.

Un incendio en el mes de enero de 1913 afecta a buena parte de las instalaciones. La ayuda de los vecinos logró evitar la destrucción total, no obstante era imposible continuar en ese edificio. La solución llega a partir del conocimiento del cierre del Hotel Argentino de Ángel Beretta, ubicado en la esquina de Libertad y Rivadavia. Concluyen con éxitos las tratativas para su locación y tras los arreglos para adaptar las instalaciones de un hotel a un colegio, en junio de 1913 inician una etapa de crecimiento en el mismo predio hasta nuestros días.

Sobre esa adaptación, un artículo de Anita R. Seguí de Vacas, publicado en el diario El Fénix señala: “El viejo comedor del Hotel que ocupaba desde el zaguán de entrada hasta la esquina, se transforma en dormitorio para las pupilas. Una habitación amplia muy bien ornamentada es la Capilla del Colegio. En el primer patio llamado “de Honor” están ubicadas las salas de piano y dibujo, y un amplio salón se transforma en sala de labor y de trabajo de las pupilas (hoy la Capilla). En el segundo patio se ubican las aulas”.

Hasta 1927 los programas de estudio son elaboradas por las mismas Hermanas. La instrucción primaria, la formación religiosa y las clases especiales de idioma francés, piano, arte decorativo, forman parte del desarrollo del programa.

La Madre Sylvie, - se agrega -parte para Francia en 1920 al ser elegida Consejera General, luego será nombrada Superiora General de la Congregación.” Con la Madre Marthe Marie, se construye el ala derecha del edificio y se rejuvenece el viejo caserón, cuyas piedras recuerdan su nombre.

En 1928 la Madre Germaine, alienta los esfuerzos de las Hermanas para la obtención de la incorporación del Colegio a la enseñanza primaria de la Provincia y acelera los trabajos de construcción de la Capilla bajo la dirección del Ingeniero Civil Jorge Mayol. El 19 de Mayo de 1929 Monseñor Juan Chimento (Obispo de La Plata) preside la ceremonia de bendición e inauguración de la nueva Capilla. La Hermana Emilie continúa la obra, incorporando el Colegio a la Escuela de Comercio de Bahía Blanca, donde en 1936 egresan las primeras Secretarias Comerciales, son ellas Irma Egaña, Hilda Kerber, Olga Stramazzo, Dora Urrutia y Mida Zumárraga. También se incorpora a la Alianza Francesa de Buenos Aires. Sus profesores se trasladaban periódicamente a Juárez para los exámenes, otorgando los diplomas a los alumnos que eran promovidos.

El colegio va introduciendo mejoras en sus instalaciones y durante varios años, desde su inicio hasta 1937, sus cursos fueron primarios, incorporándose en agosto de ese año la Escuela Normal Popular, de nivel secundario, que había fundado Pedro Díaz Pumará.

Siendo Presidente de la Nación el Dr. Alvear, cerró estos colegios incorporados, en toda la república, pero en virtud de una gestión del Dr. Pumará solo este colegio y uno en Ayacucho pudieron seguir cumpliendo su cometido. Las Hermanas aceptan la dirección de la escuela que era mixta pero que debió adaptarse a la reglamentación de la Congregación, por lo que pasó a ser solo de mujeres. A fines de 1937 llegaba la nota de incorporación a la Escuela Normal de Tandil. Los innumerables esfuerzos y gestiones realizadas por el Dr. Pumará, hicieron que el establecimiento de nivel medio lleve su nombre.

Conocido popularmente como el Colegio de Hermanas, albergó a muchas alumnas no solo de Juárez sino de ciudades vecinas que, en calidad de pupilas, cursaron estudios de nivel secundario y terciario, tal el caso del magisterio.

C.I.C: Dormitorio para pupilas

La Madre Emilie se aleja de Argentina, siendo sucedida por la Madre Beatriz de 1936-38, Tarcicius 1938-45; San Ferdinand 1945-52; Jean Chrysostome, entre otras de fecunda actuación, que dan al colegio una fisonomía propia concretando, durante más de un siglo, el objetivo de instruir a los jóvenes en los conocimientos necesarios para que sean capaces de llenar con éxito la tarea de la vida en la familia y en la sociedad.




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