Ordenamiento institucional

Roldán, primer Juez de Paz

Mariano Roldán

     En diciembre del mismo año de fundación 1867, el Ministro de Gobierno Dr. Nicolás Avellaneda comunicó la designación de Mariano Roldán como primer Juez de Paz, cargo que aceptó en nota de febrero de 1868 y en la que señala que “aunque reconozco mi insuficiencia para desempeñar debidamente tan delicado puesto, sin embargo, en el deseo de  contribuir con mi grano de arena  en sentido de ayudar la recta administración del gobierno del Dr. Alsina, del que el señor Ministro tan dignamente forma parte, acepto gustoso el puesto que se me designa, prometiendo no dejar nada por hacer, tanto para hacerme digno de la confianza que S.E. el señor Gobernador se ha servido depositar en mi persona, como para corresponder a las esperanzas que el vecindario debe fundar en su autoridad local”.                                                     

    Creado el Partido y al no contar todavía con ningún centro poblado que sirviera de asiento a las autoridades, el primer Juzgado de Paz y Comisión Municipal se instaló en la estancia “El Porvenir”, de Mariano Roldán. Desde allí, a solo cuatro meses de la creación del partido, los vecinos le reclaman mayor atención a las autoridades militares. Precisamente en un nota al comandante de la Frontera Sud, Coronel Álvaro Barros, señalan que están “justamente alarmados por el estado peligroso de las fronteras y en vista de encontrarse esta parte de ellas sin ninguna clase de elementos militares para defenderse, pedimos a Ud. su protección y amparo para los valiosos intereses y vidas que se encuentran en esta parte fronteriza y que  generalmente han sido azotadas por los bárbaros en todas sus invasiones por quedar más distantes de  los guardas de las dos divisiones que guarecen la frontera”.

    “El vecindario - continúa la nota - desea que Ud. coloque alguna fuerza a la altura del fortín “Resistencia”, a fin que se pueda vigilar esa inmensa puerta que se encuentra completamente desguarnecida, y que es por donde entran y salen los indios invasores”. Por otra parte agregaban que de no tener una respuesta favorable, seguramente comenzaría la despoblación de la región ya que era imposible con recursos propios enfrentar a los indígenas.

    Mariano Roldán trabaja intensamente para poner en funcionamiento efectivo el Juzgado de Paz; reclama elementos indispensables desde utensilios de escritorio a uniformes y armamento para la partida de policía y auxiliares de los Alcaldes. Había que prever muchas cosas para no fracasar. Una base de esa organización, era la justicia respaldada por una fuerza local que pudiera defender en caso necesario, a la civilización que ya estaba plantada en medio del escenario hostil.

    Los comienzos de nuestro partido fueron difíciles porque existían intereses encontrados. A poco de crearse, Juárez estuvo a punto de ser cercenado en su superficie, porque no había un gran interés de parte de las autoridades militares de apoyar la reciente creación. La inquebrantable voluntad de Mariano Roldan y la decisión de los vecinos hicieron que se pudieran vencer esas dificultades.

    Roldán se queja por la negativa del Jefe de Frontera Sud de proporcionar ayuda, aunque reconoce que Álvaro Barros, tiene poco más de 300 hombres, “casi en su totalidad impagos desde hace 14 meses, malísimamente armados y montados”. No obstante reclama se contemple la situación de nuestro distrito. Se temía la aparición de malones, por lo que era necesario seguir de cerca los movimientos de caciques como Catriel, Chipitruz y Calfuquir, intercambiando información con los jueces de Paz de Azul y Tapalqué.

    Roldán busca apoyo entre el vecindario para llevar adelante su gestión. Es así que el 19 de marzo de 1868 propone al gobierno la designación de Alcaldes, convocando para ello a los vecinos Emilio Cárdenas, Fausto Lara, Elías Alvarado, Pedro Rodríguez, Ramón Farías, Máximo Arteaga, Juan López y Ventura Lozano.

    Seis días después propone la nómina de personas que integrarían la primera Comisión Municipal, de acuerdo con la ley de la época. Como titulares fueron propuestos Emilio Cárdenas (Procurador), Fausto Lara (Policía y Tierras), Nicasio Alvarado (Culto e Instrucción Pública) y León López (Tesorero y Recaudador de Rentas); para suplentes Nazario Iranzo, Pedro Rodríguez, Antonio López y José María Echenagucía. Esta repetición de nombres de quienes también habían sido designados alcaldes, la aclara Mariano Roldan explicando que se debía a “la escasez de vecinos capaces y que todos han dado su conformidad”.

    En el acta constitutiva figura la toma de juramento por parte del Juez de Paz a los integrantes de la primera Comisión Municipal de acuerdo a lo que establece el artículo 62 del reglamento de Municipalidades de Campaña.

    El texto del acta donde se constituyó la primera autoridad del partido de Juárez señala:  “En el despacho del Juzgado de Paz de Juárez al trece de mayo de mil ochocientos sesenta y ocho reunidos los señores nombrados para componer la Comisión Municipal de este Partido durante el corriente año; como titulares D. Emilio Cárdenas, Fausto Lara, León López y Nicasio Alvarado y como suplentes Antonio López, Nazario Iranzo, Pedro A. Rodríguez, y José María Echenagucía, procedió el señor Juez de Paz y Presidente de la Comisión a recibirles el juramento que prestaron de cumplir bien y fielmente las funciones de sus cargos respectivos. Después de lo cual y de haberse verificado la incorporación de los electos, con arreglo al espíritu del articulo 62 del Reglamento de Municipalidades de Campaña, declaro instalada la Comisión Municipal del Partido De Juárez”.

    “Acto continuo y en cumplimiento a lo prescripto por el artículo 6º del citado Reglamento se hizo la votación nominal y uno a uno de la distribución de los cargos de que hablan los artículos 65, 66, 67 y 68, resultando para Procurador Emilio Cárdenas; para Tesorero y Recaudador de Rentas, León López; para Policía y Tierras, Fausto Lara y para Culto e Instrucción Pública Nicasio Alvarado”.

    “En seguida el señor Presidente significó a la Comisión la necesidad de un secretario, y por unanimidad se nombró a Aureliano Lavié para ese cargo con una asignación de quinientos pesos m/corriente mensuales, con lo que se levantó la sesión”. Firman: Mariano Roldan, Presidente; Aureliano Lavié, Secretario. 

Emilio Cárdenas

Emilio Cárdenas

Si bien la primera autoridad del partido fue Mariano Roldán, amerita hacer referencia a quien fue el primer presidente de la Comisión Municipal, cargo que figuró como Procurador, nos referimos a Emilio Cárdenas.

    El nombrado había nacido en Buenos Aires el 11 de noviembre de 1835, dedicándose desde muy joven a las tareas rurales en inmediaciones de Azul. Más tarde se dirigió hacia el sur, en el límite mismo de las fronteras y adquirió una legua de campo en lo que hoy es nuestro partido. Allí organizó su estancia, compró para ello ganado vacuno, edificó una casa, donde residió con su esposa doña Filomena Mallol de Cárdenas, mitad vivienda y mitad fortín, cerca de la que armó el clásico corral de palo a pique.

    Integró la Comisión Municipal hasta fines de 1870, en que fue designado Alcalde de uno de los ocho cuarteles que tenía entonces el partido.

    Falleció el 10 de julio de 1901. Su obra fue continuada por su hijo el dr. Emilio F. Cárdenas quien desempeñó además altas funciones en el gobierno y entre otros cargos la Presidencia del Banco Central de la República Argentina.

Querían dividirnos o anexarnos a Olavarría

    El Partido de Juárez tenía sus autoridades, ahora había que afrontar una etapa de altibajos, porque los inconvenientes de distintas características iban desafiando a las flamantes autoridades locales.

Álvaro Barros

    Un hecho saliente fue el proyecto del Coronel Álvaro Barros para dividir el partido o anexarlo al pueblo de Olavarría. Esto motivó que en la sesión del 23 de octubre de 1868, el Presidente de la Municipalidad Mariano Roldán, acuerde con la Comisión Municipal enviar una nota a Ministro de Gobierno en la que expresan la alarma del vecindario ante el conocimiento del proyecto de Álvaro Barros. Le advierte, en tanto, que no sea sorprendido en su buena fe con informes apasionados o equívocos que perjudicarían, si así ocurriesen, muy seriamente los intereses del vecindario. “Esta Corporación –dice la nota – cree que no convendría, por ahora la división de este partido, por la escasez de población a causa de la inseguridad de la frontera y mira como una medida altamente onerosa que el pueblo de Olavarría fuese anexado a Juárez y formara cabeza de partido”.

    El planteo de Roldán era muy claro y tenía además del mencionado, muchos argumentos más. Fundamentalmente la distancia entre el fortín de Olavarría y el vecindario de Juárez, agravándose además con las tolderías de los indios que estaban precisamente en el camino entre Juárez y Olavarría, por lo que sería muy riesgoso el traslado. Además se señala que lo de Olavarría era solo un puesto militar, con algunos comercios que solo proveían a ese ejército, por lo que si esa fuerza militar era llamada a otro punto para cumplir servicios desaparecía la población.

    Afortunadamente las autoridades no accedieron a la solicitud del Coronel Barros, lo que generó un gran impulso local para concretar la creación del pueblo de Juárez.