1 jul 2021

Estancia Sol Argentino

   


   No cabe duda que el movimiento poblador que desde mediados de 1860, tras rebasar la línea de frontera existente, comenzó a volcarse sobre los campos situados al exterior del Río Salado en la Provincia de Buenos Aires, en nuestra región, estaba determinado por la Ley del 21 de octubre de 1857 sobre arrendamientos rurales.

  El Gobierno debía tomar medidas para evitar que se hicieran concesiones de tierras fuera de la frontera a personas que no tenían ni el ánimo ni los medios de poblarlas y solo las pedían para beneficiarse transfiriéndolas después. Este no era el caso de Mariano Roldán cuyo objetivo era precisamente habitar y poblar el territorio.

  La adquisición de las tierras para “El Sol Argentino” por parte del fundador, fueron producto de la aplicación de esta ley de promoción que, si bien era ventajosa en lo económico, tenía los riesgos de las incursiones indígenas porque la frontera era una línea imaginaria muy inestable.

  En el año 1836 ya el agrimensor Carlos Chiclana había mensurado un extenso territorio que incluía la laguna de Kalilun-kul, denunciada una parte desde el norte por Prudencio Rosas y el sur por Don Mariano Artatep. A medida que transcurría el tiempo y no se registraba actividad en ese territorio las concesiones caían en algunos casos y en otros se transferían.

  En 1860 lo que finalmente sería el terreno de la estancia de Roldán, tenía cuatro arrendatarios y otros tantos predios. Al norte Don Juan Hornos, luego Franco Maldonado, Manuel Vega Belgrano, nieto del creador de la bandera y Gregoria Balderramos viuda de Blas Hornos. Esta última en ese año solicita la prórroga de la concesión, pero el gobierno solo se la concede por la mitad de la superficie, es decir 3 de las 6 leguas que tenía anteriormente. Por lo cual las restantes vuelven a ser terreno del Estado perteneciente al partido de Azul, porque Juárez no se había creado.

  Si bien no existe precisión, porque desde la solicitud, pasando por la mensura, la transferencia y la construcción del casco de la estancia pasaba mucho tiempo, sería en 1868 que Roldán adquiere, según los planos de mensura a Dámaso Moreno, lo que era prácticamente el 50% de lo que fue al final “Sol Argentino”, en el sector norte es decir donde se levanta la edificación del casco. Hablamos de aproximadamente seis mil hectáreas.

  Las tierras, donde el fundador de Juárez levantó La Estancia “Sol Argentino”, adquiridas en el año 1868 y habilitadas un año después, se constituyeron en centro de la actividad pecuaria de la Provincia de Buenos Aires proveyendo de asistencia y hombres de su peonada para la conquista del desierto. Allí se instaló Roldán con su familia y se convirtió en un centro importante, además de una suerte de terminal de las comunicaciones entre nuestro distrito y el pueblo de Azul.

  Transcurría 1872 cuando Roldán, busca extender su territorio hacia el sur en dirección a las lomadas y laguna de Kalilun-kul. Para ello le compra a Flora Vega de Belgrano, también nieta del General Manuel Belgrano, seis mil trescientas hectáreas. Roldán ordena los distintos cuadros de su establecimiento, adquiriendo franjas sobrantes que el Estado otorgaba a los arrendatarios linderos. Es en el plano de 1880 que se observa la traza definitiva de esta estancia fundacional, donde Don Mariano Roldan desarrolla toda su capacidad de lucha en la política, en la empresa y en la valentía para enfrentar las adversidades en un territorio inhóspito, con escasa presencia de un debilitado ejército que sin recursos intentaba defender la frontera sur.

  El casco de la estancia es un conjunto de ocho edificios distribuidos en un predio de siete hectáreas, y agrupados según el orden jerárquico de sus funciones: la zona residencial-administrativa, con la casa principal resguardada por un gran parque, y una zona más retirada que alberga los edificios de trabajo: la matera, la casa del capataz y el galpón de esquila. El conjunto, fundado en una "zona de frontera" en la que era necesario estar a salvo de los malones, revela ese pasado en elementos típicamente defensivos de los que aún quedan varios testimonios, como las saeteras en los parapetos, o la puerta trampa en el cielorraso para acceder a la azotea, usada como atalaya. Una importante reserva natural de flora y fauna autóctonas, la laguna del Unco, se anexa al casco de la estancia en una extensión que actualmente totaliza cuatrocientas hectáreas.


  Este establecimiento fue declarado Monumento Histórico Nacional, el 20 de marzo de 1997. Se ubica a 20 km. de la ruta provincial N° 86 y a 30 km. de nuestra ciudad.

Una visita ilustre: Bartolomé Mitre en la estancia 

  Mariano Roldán, en 1889 había dejado el protagonismo en la vida política de Juárez, pero mantenía su estancia y los estrechos vínculos con Bartolomé Mitre, quien ya había sido Gobernador de la Provincia, Presidente de la Nación, generalísimo de los Ejércitos de la Triple Alianza en la guerra con el Paraguay, y seguía acaudillando multitudes, pero con el paso de los años había disminuido su actividad, aunque sus palabras y consejos gravitaban en la vida cívica de la Argentina.

   Juárez había dado sin titubeos el apoyo a Mitre por la influencia de Roldán, quien no dudó en ningún momento de mostrar la solidaridad política y sincera amistad personal. Mitre lo sabía y supo reconocer esa fidelidad, por lo que cuando sintió la necesidad de tomarse un descanso para su vida agitada, pensó en lugares ubicados a cientos de kilómetros de Buenos Aires y su corazón y su pensamiento vinieron a los campos de Juárez, donde estaban sus leales amigos.

  Juárez se había constituido en el centro de una avanzada «mitrista» en el desenvolvimiento de la zona; Tandil, Juárez y Azul habían sostenido al General con gran pasión y coraje, que muchas veces conoció el derramamiento de sangre y el sacrificio de la inmolación.

  En el histórico establecimiento «Sol Argentino», Mitre se procuró un descanso a su vida de emociones intensas. Allí se instaló, en sus cómodas dependencias, compartiendo la mesa con el dueño de casa, Don Mariano Roldán durante un mes, desde el 7 de febrero al 7 de marzo de 1898.

  La permanencia de Mitre en nuestros campos alcanzó la proyección de un suceso importante para la región. Acompañaron al General, eminentes ciudadanos civiles y militares que llegaban hasta la mentada estancia para saludarlo. Era intendente del Partido de Juárez, Don Urbano García cuando Mitre, aprovechando su estadía en «Sol Argentino», el 8 de febrero visitó el pueblo, significando, como era de esperar, un acontecimiento de excepción para los pobladores urbanos y de la campaña.

  En una sesión especial, el 2 de marzo de 1898, el Concejo Deliberante a manera de homenaje cambió la denominación dela avenida Independencia, que pasaba frente al municipio, por la de «Avenida General Mitre», lugar por el que había transitado el ilustre visitante.


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