19 jul 2021

REPARTO DE LA TIERRA

  A partir de la Revolución de Mayo cambian los procedimientos de distribución de la tierra, pero el panorama de concentración en pocas manos permanece prácticamente sin modificaciones. Algunos especialistas señalan que el único procedimiento de distribución racional de la tierra es la Enfiteusis de Bernardino Rivadavia, que propone otorgar concesiones para explotación de la tierra pública por un período de tres años. Los beneficiarios pagaban al estado un canon por dichas concesiones.

El propósito de la ley era fomentar la subdivisión, obtener la radicación en la campaña estimulando el aumento de la población y la producción al tiempo que incrementaba recursos al Estado. El sistema fue aplicado en gran escala, pero a pesar de los buenos propósitos no se cumplió la subdivisión de la propiedad, ni se pobló la campaña”.

 Quién fue el primer propietario en el partido de Juárez ?

Los primeros terratenientes de nuestra zona, se adelantaron en mucho a la creación del Partido. Dos causas principales provocaron el desborde de la ambición hacia los campos del sur: la ley de enfiteusis y el traslado de la frontera a Bahía Blanca, con lo que el gobierno trazó una ilusoria línea, sin apoyo de fortines intermedios.

Tal fue el entusiasmo que se despertó en conseguir tierras en nuestra zona, que las denuncias se multiplicaban, se superponían, disputándose, una misma suerte de estancia y se acordaban las tierras por el solo hecho de haberse solicitado con anticipación de un cuarto de hora. Claro está que había más interés en ser propietario que habitante.

No fueron los primeros enfiteutas los que pusieron en producción las tierras sino que lo hicieron (directamente o a través de terceros), los enfiteutas que llegaron luego. No es fácil determinar quién fue el primer propietario de campos en nuestro Partido, porque en los inicios, eran muy pocos los que realizaban la mensura de sus tierras. Según el Archivo Histórico de la Dirección de Geodesia, la primera mensura que se acredita, en lo que luego fue el partido de Juárez, pertenece al 13 de agosto del año 1828 y la solicita el Teniente Coronel Juan Cornell, que integraba las fuerzas del Gral. Martín Rodríguez, realizándola el ingeniero  Ambrosio Cramer. Se trataba de un predio cercano a Cinco Lomas de Anchorena, que se denominaba “Los Toldos Bajos” en la zona de Tedín Uriburu.

        

Si bien en el plano aparecen Anchorena por un lado y Adolfo Gonzáles Chaves por el otro, éstos no habían hecho la mensura correspondiente, por lo cual solo tenían la denuncia de tierras como enfiteutas.

      El segundo propietario en orden cronológico, es Pedro J. Vela quien realiza la mensura en las tierras de nuestro partido en el año 1829, las que luego divide con Cornell. Vela era un personaje muy particular. Había acompañado la campaña de Martín Rodríguez, siendo uno de los pulperos ambulantes que abastecían a la fuerza militar. Como veíamos anteriormente, a veces se asociaba a algún militar para hacerse de nuevas propiedades, las que en muchos casos pagaba al estado con hacienda sobrevaluada. Además su crecimiento económico estaba dado en una suerte de “cadena” de pulperías de su propiedad, muy bien ubicadas, ya que eran el lugar obligado de paso para vadear los arroyos. Esto podía hacerlo a partir del conocimiento del terreno por los permanentes viajes comerciales que le posibilitaron adquirir tierras de excelente calidad y muy buena ubicación, unificando la actividad ganadera con la comercial.

Siguiendo en orden cronológico, la tercera mensura la realiza en 1832 Antonio Cáneva; seguido por Mauricio Rodríguez quien en 1834 hace la mensura de los campos ubicados en la punta del arroyo Los Huesos, que un año más tarde transfiere a Nicolás Anchorena. El gobierno vuelve a tomar ese predio y se lo arrienda a Juan y Baldomero Morillo en 1858; estos transfieren la mitad a Anchorena, quien finalmente lo compra en el año 1872, ampliando sus dominios en la zona de Cinco Lomas, ya que en 1864 Juan y Nicolás Anchorena habían mensurado los campos vecinos de su propiedad en ese sector del partido.

La cuarta mensura que se concreta, en lo que posteriormente sería el partido de Juárez, corresponde a Juan José Unanue. Fue en el año 1835 y se hizo sobre las tierras que tenían como límite sur el arroyo “El Pescado Castigado” y al norte una línea imaginaria a partir de la Laguna Quequén hacia el oeste. Posteriormente le siguieron las mensuras concretadas por Venero Casco (1836), Juan José Mexía (1836) y José María Areco (1848).

 Del Valle: Propietario y habitante

Debemos diferenciar entre quien fue el primer propietario y el que además habitó y pobló nuestro partido. Los documentos indican que fue el coronel Narciso Del Valle, a quien distintos autores señalan como propietario de una estancia en cercanías de la sierra La Tinta, la que también era utilizada como asentamiento militar. Hay documentación en la Dirección de Geodesia y Catastro de la provincia referida a la propiedad de Del Valle, mencionándose como punto limítrofe cuando se empieza a delinear el partido de Lobería. Además otro documento señala que “el 23 de febrero de 1838 Pedro José Vela transfiere a Remigio Islas y Narciso del Valle la mitad del terreno que posee en La Tinta”, que estaba ubicado entre los arroyos “Las Calaveras” y “Calangueyú”. En mayo de 1838 Del Valle solicitó la compra de ese campo. En una mensura de 1858 aún aparece con su nombre. Después de Del Valle pasó a Julián Islas y luego a Ortiz. Hoy es la estancia “San José” de La Tinta que pertenece a la familia. Santamarina, en Barker.

Quién era Narciso del Valle ?


Narciso del Valle (foto) nació en la ciudad de Santa Fe de Veracruz en el año 1800. Se inició como soldado en el Batallón de Infantería de Entre Ríos. A pesar de su corta edad hizo una carrera vertiginosa y ascendente en su provincia y a partir de un tratado entre los gobernadores de Entre Ríos y Buenos Aires el 3 de noviembre de 1823, el primero envió a la segunda provincia el regimiento de caballería “Húsares de la Muerte” al que pertenecía el sargento mayor Narciso del Valle. 

Dicho escuadrón marchó a la zona donde se concentraban las fuerzas con las que iba a iniciar su última campaña al Desierto el General Martín Rodríguez. Del Valle tomó parte en la campaña que realizó el Regimiento de Coraceros. También asistió a la segunda campaña que realizó el mismo Regimiento contra los indios, en 1826, encontrándose en la acción en los Toldos Viejos, el 11 de septiembre del mencionado año, en la cual el propio Narciso del Valle se salvó con grandes dificultades, y en la que le mataron más de 80 hombres la mayor parte de los veteranos que tenía en Kakel (hoy partido de Maipú) llevando las haciendas y cautivas que quisieron. En mayo de 1827 pasó a guarnecer el Fuerte Independencia. Fue del Valle uno de los jefes que acompañaron al Jefe del Regimiento Nº 7, coronel Ramón Estomba, en el acto de la fundación de la actual ciudad de Bahía Blanca, el 9 de abril de 1828.   

En 1829, hallándose de guarnición en Chascomús, fue ascendido a coronel graduado, pasando en septiembre de 1830 de guarnición a Dolores.  En el mismo mes del año anterior, el coronel del Valle había sido nombrado edecán del gobierno.  

Desde agosto de 1831 se halló en campaña contra los indios, al frente del 7º de Caballería de Campaña; acampando sucesivamente en Calcú-Calen, Chapaleofú y Tandil. En el curso del año 1832 alternó su servicio de guarnición en los Fuertes “Independencia” y “Argentino”. Participó en la Campaña al Desierto a las órdenes de Juan Manuel de Rosas, llegando hasta el Río Colorado, donde permaneció en el desempeño de sus funciones hasta los primeros meses de 1834. 

Al ocupar Rosas el cargo de Gobernador designó al coronel Narciso del Valle para integrar su cuerpo de Edecanes.  En agosto de 1837 marchó con su cuerpo al Arroyo de la Tinta, pasando en el mes siguiente a la guarnición militar Colonquelú; en el curso de este año, del Valle se internó algunas leguas en La Pampa, llegando hasta el paraje conocido hasta hoy con el nombre de “Malla-Lauquén”, donde acampó con las fuerzas de su mando.   

Poco después, el general del Valle, pasó a guarnecer la entonces Guardia, hoy ciudad, de Dolores, al frente del 5º de Campaña.  Fue en aquel punto donde le sorprendió la revolución del 29 de octubre de 1839, conocida como “Revolución de los Estancieros” o los “Libres del Sur”. Del Valle tuvo decidida participación en la represión de aquel movimiento, pero no se encontró en la batalla de Chascomús, por hallarse con su regimiento operando en la región del Tandil. 

El 25 de diciembre de 1839 fue aceptada por el Gobierno la proposición que formuló de crear el partido de Lobería. El coronel del Valle continuó mandando el Regimiento 5º de Campaña, con asiento en la ciudad de Dolores, donde permaneció hasta mayo de 1849, en que recibió orden de marchar a la zona de Bahía Blanca para defenderla de las incursiones indígenas. Es así que llegó a Cristiano Muerto, donde estableció su campamento. El día 25 de este mes, por la noche, el coronel del Valle se enfermó gravemente en ese lugar, falleciendo el 6 de agosto de 1849.  

 


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