La ganadería y la agricultura fueron las fuentes esenciales de riqueza de nuestro partido, rubros en los que evolucionó a través del tiempo en forma notable. La estructura económica que fue conformándose en la campaña se basada fundamentalmente en la actividad ganadera y la propiedad rural. La agricultura no fue una actividad dominante hasta fines del siglo XIX, cuando pudo complementarse funcionalmente con la ganadería.
Comienzos
rudimentarios
En principio eran rudimentarias
las explotaciones rurales que se dedicaban al ganado vacuno y lanar, pero fue
avanzando hacia la agricultura cuando se superó la amenaza del indio. La
actividad comercial de la ganadería se circunscribía a la región, ya que el
costoso transporte terrestre impedía llegar a los puertos. El ganado lanar tuvo
un auge importante, ante la demanda textil europea que llega a su pico máximo
en 1899.
Retillo Menna |
En materia agrícola en Juárez,
el primer dato al que tenemos acceso data del año 1875. Sindicado como uno de
los pioneros agrarios del partido, Retillo Menna, llega a Juárez en ese año en
donde adquiere cuatro chacras (
El ejemplo citado anteriormente
nos marca que la actividad agrícola se inició en las chacras y lotes del
cuartel 2º, que en realidad era el ensanche del ejido del municipio dividido en
charcas. Luego se sembró en San Antonio, campos de Bunge,
Merecen citarse entre los
primeros chacareros y hombres que, sin serlo directamente, fomentaron la
agricultura a: Dionisio, Marcos y
Fernando Guglielmetti, Nicolás y José Di Croce, Nicolás Orecchia,
Esteban Ebarlín, Santiago, José, Antonio y Cesar Michetti, Cristian Olsen,
Agustín y Hermógenes Reguero, Domingo Landa, Alfonso Ayerza, Martín Jacobé,
Angel Iarussi, Antonio Aroza, Vicente Arruebarrena, Juan Parola, Eduardo
Dominé, Pedro Giansetto, José Courrie, Domingo Sarasola, Guillermo Casterá,
Juan Lafont, Juan Manuel Brazzola, Luís Carelli, Juan Udaquiola, Sebastián
Carrera, Lafuente Hermanos, Guillermo Lauge, Julián Tourné, Pompeo Probervio,
Bernardo Paglini, Antonio Frigerio, Juan Usategui, Carlos Bianchi, Cecilio
López, A. Mortati, Bautista Paggi, Polonio Zumárraga, Pedro Solan Borthiry,
Mariano Sanllorenti, José Beazarte y Santiago Molinatti entre otros.
En
1880 predomina el latifundio
Como demostración que en los
años de fundación del partido (1867) solamente predominaban los latifundios y
la fuerte concentración, basta citar que en aquel entonces no existía un solo
centro poblado que pudiese servir de asiento a sus autoridades. Los primeros
datos se refieren al año 1880, en que se publicó el primer plano catastral
donde figuran los primeros pobladores y donde se puede apreciar la dimensión de
sus propiedades. Los datos citan para ese año la existencia de 121 propietarios
de un total de
Como estancias tradicionales
dentro de la época citamos a: “Dos Marías” y “San Carlos”, de Cecilio López;
“La primera Estancia” de M. R. Puchuri y Cía., “San Miguel” de Juan Anchorena;
“Santa Clara” de Guillermo Udaondo; “El Socorro” de Rodolfo Bunge; “El Sol
Argentino” de Mariano Roldán; “El Cisne” de Francisco Ayerza; “El Porvenir” de
Juan B. Roo; “
Los
primeros alambrados
Para las tierras de Juárez, 1880
fue el año de la organización y la ubicación de los hombres de empresa y de fe
en el campo. Era el trabajo fecundo, que tras los alambrados, abrió el surco
civilizando las tierras e inició la etapa efectiva de la mestización de rodeos
y majadas.
Entre los primeros propietarios
que solicitaron a
Un año después, Juan Nicolás
Anchorena, Pedro Pablo Peñalba y Alejandro Leloir. En 1883 Emilio Cárdenas,
Guillermo Udaondo, Leonardo Pereyra, Félix Alzaga.
Se autorizó el alambrado de sus
campos, en
Crece
la actividad agrícola
En 1882, comenzó a incrementarse
la actividad agrícola. La iniciaron algunos hacendados y entre los primeros
colonos puede citarse a los italianos Soldavini y Spetazzi, que tenían sus
chacras en el Cuartel 2º. La roturación de la tierra se hacía con los arados de
mancera y rueda. Las rastras se construían con troncos y ramas sujetados por tientos
de cuero. Procedimiento primitivo, que se usó hasta bastante entrado el siglo
entre los pequeños agricultores y labradores de parcelas para forrajes en las
inmediaciones de los centros poblados que suministraban el pasto a los hoteles,
fondas y “pasterías” para los animales de carruajes que constituían el medio de
traslado.
El quinquenio de 1890-1895
arroja evidencias sustantivas en torno a la naturaleza del negocio agropecuario
en varias direcciones. De un lado, los balances de las empresas atestiguan que
los activos más importantes están depositados en el negocio ganadero encabezado
por el lanar, seguido en orden decreciente por vacunos y yeguarizos, para ser
seguidos luego por los cereales y las inversiones destinadas a equipos técnicos
y mecánicos ligados a la actividad agropecuaria.
Estancia
“Dos Marías”
La Estancia “Dos Marías” de Cecilio López, fundada en 1881, fue de las pioneras en el desarrollo de la actividad agropecuaria en el partido de Juárez y un elemento de emulación para vecinos y otros establecimientos similares, por el afán de progreso y de mejoras en la explotación.
Cecilio López |
Al espíritu progresista de
Cecilio López, se le sumó la llegada del ferrocarril, que estableció, a veinte
cuadras del casco de la estancia, una Estación que lleva su apellido por haber
donado las tierras para tal fin. En un principio se formó el parque y se
construyó una casa-habitación con amplias comodidades. El agua se extraía con
un malacate que se hacía girar con un caballo; mas adelante se sustituye con un
molino de viento de los primeros llegados al país. La década del 80 fue muy
proficua para las nuevas estancias. El campo era visto como tierra bienhechora
y amaban sus estancias.
Los animales de raza se traían a
las estancias para mejorar los rodeos y se llenaba el campo de comodidades,
bien utilizadas para la vida hogareña. La característica de “Dos Marías”, era
la dedicación casi exclusiva a la cría de lanares, iniciándose con ovejas
rambouillet, hasta que en 1887 se la reemplaza por la raza Lincoln que era más
apta para esta región. Con el tiempo la nueva raza fue creciendo en número
pasando los treinta mil animales. Se traían de Inglaterra magníficos ejemplares
que hicieron de “Dos Marías” una de las más importantes cabañas del país.
Cecilio López adquirió posteriormente,
seis mil hectáreas del campo lindero de Pedro Rodríguez, las que conformaron
También se trataba de mejorar
los campos, refinándolos con arados y siembras al par que se interesaba mucho
por la agricultura, para lo cual se adquirieron maquinas y mano de obra
apropiada para roturar las tierras muy ricas en minerales.
En el año 1900 Cecilio López
adquiere un importante plantel de pedigrí de ejemplares Shorthorn, dando
comienzo a lo que más tarde haría famosa su cabaña. Al frente de esta cabaña
puso a un joven egresado de
En 1923 se dispuso la
liquidación de la sociedad. La desaparición de “Dos Marías” no fue el fin de las
cabañas ya que hubieron otros productores que siguieron la actividad, como el
caso de José Larralde quien en 1888 se había asociado con Cecilio López, hasta
1894 en que se independiza, arrendando
Trigos
de calidad
Según los archivos municipales, en
mayo de 1888, se emite un informe agropecuario, en el que se señala que el área
cultivada durante el año anterior, fuera del terreno del ejido municipal, pero
perteneciente a nuestro partido, se estimaba en
El informe agrega que “el cereal
que produce con más facilidad y más resultado es el trigo, considerado en plaza
de los mejores de la provincia.
Colonia Agrícola: Una
experiencia fracasada
En 1889, don Rómulo Ayerza,
casado con María Jacobé Iraola, financió la radicación de una colonia de
chacareros luxemburgueses en los campos de San Antonio en nuestro partido. Esta
inmigración fue preparada, en Buenos Aires, con la intervención de un obispo
luxemburgués un año antes. Rómulo Ayerza, un prestigioso ingeniero que diseñaba
iglesias, como
Se sembró trigo y para la trilla
ya había cuatro trilladoras grandes. En pocos años se había producido un
extraordinario avance de la mecanización. No acompañó a este ensayo la buena
fortuna y la iniciativa de Ayerza, costeada totalmente de su propio peculio,
terminó al año de iniciada.
Al disolver la colonia quedó en
poder de los chacareros, no solamente el material de labranza, sino también los
caballos para que pudieran reiniciar sus actividades donde tuvieren mejores
perspectivas. Estas familias se afincaron en el partido de Tres Arroyos. Sin
duda alguna no fue ajena a este resultado la crisis de cinco años que debía
culminar precisamente en 1890, y un año de condiciones climáticas adversas.
El impulso al cultivo de trigo
Un papel preponderante en el desarrollo de la agricultura en nuestro distrito, le cupo a los fundadores del Molino Guglielmetti (foto). La empresa nació el 17 de abril de 1893, como fruto de las ideas industrialistas de Dionisio y Bautista Guglielmetti y el capital de los hermanos Cayetano y Ángel Zibecchi. Familias de origen italiano que se conocieron en Juárez. Ambas trabaron una gran amistad que posibilitó la rápida concreción del proyecto. Los años eran verdaderamente difíciles, pero había un gran entusiasmo por hacer cosas en los tiempos en que el país crecía y que daba posibilidades laborales a los miles de inmigrantes. Los pocos molinos que existían en el país estaban ubicados en las ciudades, y en la periferia de las mismas se realizaban sembrados que lo alimentaban; a partir de 1890 y al incrementarse las áreas sembradas, crecieron plantas, como la del Molino Guglielmetti, mucho más cerca de las áreas de producción de trigo.
Juárez no era un gran centro de
producción de trigo ya que solo el uno por ciento de las tierras se sembraba y
de ese porcentaje la mitad se dedicaba al trigo. Las áreas del cultivo tampoco
estaban muy cerca de la zona poblada, hallándose aproximadamente a
Fue la implantación de esta
industria, con base agrícola, la que impulsó la roturación de aquellos campos
vírgenes y fueron los miembros de esta firma, los que por primera vez ordenaron
arar determinados campos de Juárez, parte de los cuales corresponden hoy al
partido de Gonzáles Chaves. La inmigración aportó gente con ciertas habilidades
manuales (albañiles, mecánicos, carpinteros) y así “gallegos” y “gringos” se
fueron integrando a la naciente y artesanal industria. Pero tampoco había lugar
para alojarlos, por lo que la empresa construyo habitaciones en donde podían
vivir con relativa comodidad y un comedor en el que se alimentaban por treinta
pesos mensuales.
El molino en forma artesanal
funcionó hasta 1917. Ya con funcionamiento automático, se trabajó hasta 1943 en
perfeccionar y ampliar en pequeñas medidas la capacidad y cambiando la fuerza
motriz a vapor por la de motor diesel.
La hoy desaparecida, Sociedad
Rural de Juárez fue muy importante en el desarrollo de la actividad productiva
del partido.
El 5 de agosto de 1894 se
reunían en el Hotel Argentino, una veintena de vecinos para formar una sociedad
“con el objeto de fomentar la ganadería, agricultura e industrias del partido,
a cuyo efecto se celebrarán ferias periódicamente, una vez establecidas las
instalaciones que faciliten el buen funcionamiento que se proponen esta
asociación”, según señala el acta constitutiva. Tras nombrarse una comisión
directiva para llevar adelante los trabajos preliminares y confeccionar
estatutos y reglamentos, se constituyó el Primer Directorio de la flamante
entidad, el que fue integrado de la siguiente manera: Presidente José M.
Echenagucía; vicepresidente Eduardo Dominé; vocales: Juan Usátegui, Dionisio
Guglielmetti, Antonio Frigerio, Juan Chrestia, Jorge Masson, Cayetano Zibecchi,
Marcial Castell y Juan J. Baños.
Un año después se prueban los
estatutos, y se concreta la compra de la quinta de Urquiola, donde se
construyen las instalaciones ferias. Lo que por varias décadas sería una
característica de la entidad, se realiza en febrero de 1896 la primera
Exposición.
En 1915 en un cuadro de honor se
plasma el reconocimiento de la entidad a los vecinos Juan Nelly y Eduardo
Dominé, como iniciadores, fundadores y benefactores. En 1919, por las necesidades
de ensanche del ejido del pueblo, tuvieron que cambiar la ubicación de las
instalaciones, por lo que el Directorio resuelve adquirir la quinta de Doña
Francisca Tapia de Asurabarrena. Por entonces la entidad la presidía Cayetano
Zibecchi y actuaba como secretario Esteban Ebarlín.
Luego sobrevino una intensa
crisis en el país, colocando a
En 1932, se aprueba la
transformación en cooperativa, por considerar que era la forma en que mejor se
desenvolvería para poder proporcionar a la producción agropecuaria todo su
apoyo. No fue tarea fácil esta transformación y la puesta en práctica, ya que
el cooperativismo era algo nuevo entre los productores, que fueron reconociendo
poco a poco las virtudes de este sistema.
Hasta 1952 ejercieron la
presidencia: José Echenagucía, Eduardo Dominé, Juan José Ezeiza,, Dionisio
Guglielmetti,, Federico Bunge, Martín R Puchuri, Esteban Ebarlín, Polonio
Zumárraga,, Cayetano Zibecchi, Jorge Gordon Davis, Máximo Pérez, José A.
Gioja,, Alfredo Sabalaín, Raúl M. Puchuri, Angel Yarussi, Pedro Embeita, José S. Larralde, Juan P.
Salenave, Venancio Arruebarrena y Einar Kiehr.
Existencia
de ganado en 1898
Una estadística de 1898 señalaba
que la existencia ganadera del distrito era de 167.400 bovinos; 1.811.100
ovinos; 44.600 equinos; 2.000 porcinos y 200 cabríos. La misma estimación
agregaba que los rendimientos de lana alcanzaban a los 6.072.200 kgs. y los de
cerda a
Es importante señalar que con la
llegada del ferrocarril a nuestro distrito se aumentaron las posibilidades de
exportación, lo que atrajo a nuevos inmigrantes que se dispersaron por campos
de la región. Nuestra estación ferroviaria fue una playa de estacionamiento de
los grandes carros transportadores de cereal, con los que alternaban las chatas
rusas, contando el Partido con tropas importantes de esta clase de transporte,
como las de Hansen, Alzogaray y “El Ranchero”.
Excelente
producción lanar
Para nuestro partido, la lana ha
tenido una decisiva importancia económica en las dos primeras décadas del siglo
pasado, seguramente porque la explotación agropecuaria estaba menos
diversificada. Por entonces el bienestar y la prosperidad del campo, dependía
de la venta de ese producto.
Entre 1900 y 1910 el partido de
Juárez tenía una población lanar cercana a los dos millones de cabezas,
ocupando el segundo lugar en importancia en la provincia de Buenos Aires,
detrás de Ayacucho. Además de la disminución
que al cercenar el Partido se produjo, a partir de 1910, se van también achicando los grandes rebaños, debido
a la división que se va operando en la propiedad, a una mayor remuneración
producida por el ganado vacuno y el auge que fue tomando la agricultura entre
nuestros hombres de campo.
Sin embargo sigue siendo el
ganado lanar una de las principales actividades del campo. El stock ganadero en
1925 se calculaba en 750.000 animales. Esta cifra queda estacionada hasta 1945
en que los criadores, desalentados por los bajos precios de las lanas, optaron
por deshacerse de sus majadas, sufriendo en consecuencia el stock de lanares en
el partido una fuerte disminución de alrededor del 40%. Sin embargo hacia 1949
ante el repunte de los precios de la lana, los criadores nuevamente vuelven sus
ojos hacia las nobles ovejas y se produce un nuevo aumento alcanzando a las 350
mil cabezas en 1952.
La
crisis de 1921
En nuestro distrito la crisis de
1921 trajo el drama y la bancarrota a la ganadería, donde las instituciones
crediticias tuvieron que ver en el aceleramiento del proceso de desastre
económico. Quedó en la calle un alto porcentaje de nuestra gente campesina,
pero luego pudo recuperarse a pesar de haber malvendido su hacienda.
Los
chacareros se agrupan
El 25 de abril de 1929, tras
empeñosas y entusiastas gestiones un grupo de hombres vinculados al campo y en
gran número a la chacra, decidieron plantar la seccional Juárez de
Área
sembrada en 1930
En el año 1930 de acuerdo a las
estadísticas el área sembrada en nuestro partido alcanzaba a las
Estancia San José
de
Una de las estancias
emblemáticas por su dimensión y ubicación geográfica, en nuestro distrito es
San José de
Fue fundada por Ramón
Santamarina y la recibió por herencia quien fuera por once períodos, presidente
del Banco de
El éxodo rural
Los estudios
sobre el agro pampeano han destacado una serie de transformaciones ocurridas a
partir de 1940: modificaciones en la tenencia del suelo, cambios en la
estructura de la propiedad de la tierra, crisis de las pequeñas unidades
productivas, procesos de tecnificación, entre otras cuestiones. Sin embargo,
han otorgado menos relevancia a dos fenómenos asociados que, han alterado
sustancialmente el paisaje agrario de la región: el despoblamiento del campo y
la radicación urbana de la mayoría de los productores agropecuarios. En 1952
vivía en el campo el 53,3% de los habitantes del partido de Juárez, para 1991
sólo un 13% del total residía en las explotaciones. Este fenómeno fue
determinado no sólo por la reducción del número de trabajadores asalariados
presentes en las unidades agropecuarias -disminución que no ha sido tan
significativa-, sino sobre todo por la radicación de la mayoría de los
productores agropecuarios en las ciudades cabeceras de partido.
1952: Existencia de ganado
En 1952 la
existencia ganadera era la siguiente: 328.957 vacunos; 457.099 lanares; 2.922
porcinos y 22.655 equinos. Sobre una superficie de 539.546 km2, existía una
población dedicada a la explotación ganadera de 407.458 km2, lo que significa
el 75,5%, del territorio.
Los terratenientes de Juárez en 1952
Llegamos al año
1952 donde los veinte mayores poseedores de tierras concentraban el 20% del
total de la superficie del partido. Es así que sobre las poco más de 500 mil
hectáreas que tiene Juárez, 110 mil se distribuían entre veinte propietarios de
la siguiente manera:
Josefina Rosa
Fernández de Anchorena (10.223); José Antonio Fernández Anchorena (9.056);
Emilio y Elena Santamarina Alvear (7.430); Luís J. Jacobé (6.345); Emilio
Cardenas (6.126); Filomena Iarussi de Santángelo (5.826); Manuel Gutiérrez
Ortiz (5.702); María Josefa Grassini (5.400); José Lafuente (5.341); Ramón
Santamarina (5331); Valdemar During Lahusen (5.081); Rita Anchorena (4.484);
José de Anchorena Uriburu (4.484); Mario Gaviña Alvarado (4.317); María Aztiria
de Bettinoti (4292); José Courreges (4.255); María Adela Gardel de Arhex
(4.225); De
Cabe consignar
que en 1952 las extensiones mayores de
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