La Sociedad de
Arquitectos de Benito Juárez realizó un trabajo sobre el patrimonio cultural y
natural, hace referencia a los tipos de construcción de viviendas fundacionales
de nuestra ciudad.
Según los
profesionales esencialmente son dos: uno de galería, comúnmente llamada casa
“chorizo”, y otro el de la casa introvertida pegada a la línea municipal de
edificación, respetando la ochava, con patio central rodeado de galerías, que
denominamos tipo colonial. Encontramos también una tercera tipología que
aparece con posterioridad al ferrocarril (1885) y deviene de la casa tipo
“colonial” y de ampliaciones sucesivas de la casa “chorizo” o “galería”. Este
tercer tipo de vivienda, a pesar de no ser específicamente fundacional, es de
gran importancia porque es la tipología que conforma, en sus variantes, casi la
totalidad de la planta urbana de Benito Juárez.
Los arquitectos se refieren también a aquellas viviendas de principio del siglo XX que por su antigüedad y estilo le dan un carácter definido a la planta urbana.
Entre estos ejemplo
se da cuenta de la vivienda ubicada en la esquina de Urquiza y 25 de Mayo que
fue construida en 1904 por el señor Laserre destinada originalmente para el
Banco Español, que no llegó a instalarse porque los estudios de mercado hacían
más conveniente su ubicación en Tres Arroyos. El edificio se organizó en forma
de “U” tomando la línea municipal con un patio central circundado por galerías.
A los pocos años es adquirida por don José Larralde quien contrata al
constructor José Molli para ampliar, refaccionar y realizar un frente nuevo que
es el actual, con adornos que se hacían con moldes de goma.
Es un edificio de
alto valor arquitectónico, siendo el primero de construcción privada con
superficies cubiertas de tan grandes dimensiones y con una estructura, que
permitió con el gran hall central, un aventanamiento corrido, resuelto con
tanta belleza, como pureza constructiva. En esta vivienda que durante mucho
tiempo fue de la familia Coronel, se realizaron grandes fiestas y reuniones
elegantes que Juárez todavía recuerda. Funcionó también como hotel residencial.
Un ejemplo de la casa galería que luego crece hacia la línea municipal y realiza una fachada con elementos del “Art Noveau”, es la ubicada en la actual Sargento Cabral entre 25 de Mayo y Roque Sáenz Peña, que en 1910 construye el señor Reguera con ladrillos grandes y asentada en barro. En 1917 el constructor Don Tirso Zaffaroni realiza la ampliación y la fachada, única en su estilo. La carpintería de madera es de Domingo Cocco y la metálica de José Carusi.
El estudio que hacen los arquitectos juarenses sobre las primeras construcciones, destaca como “una de las viviendas más hermosas de Juárez”, la ubicada en avenida Urquiza entre Sáenz Peña y Maipú (desde 1955 de la familia Actis Caporale).
Sobre la misma
cuentan que Santiago Udaquiola trae de Buenos Aires un proyecto realizado por
dos arquitectos de su amistad y contrató al señor José Molli para concretarlo.
Era una edificación en U con galerías alrededor del patio central y numerosas
dependencias de servicio, caballerizas (con entrada por la avenida Sáenz Peña
por donde ingresaban los carros y villalongas), lavaderos, carbonera, etc.
Antes de la finalización de la obra la adquiere Francisco Ureta, y en 1914 se
concluye la primera etapa. Bajo las galerías que daban al patio, y en todo su
recorrido, las paredes tenían pintados paisajes y también en el interior del
salón comedor estaba adornado con pinturas de motivos frutales, murales que
realizaba el señor Merlino.
En 1917/18 se amplía
la casa con dos habitaciones, un baño y un estar íntimo, cerrado con mamparas
de hierro y vidrios coloreados que llegan hasta el techo. Se construye un gran
hall de 91 metros cuadrados que caracteriza esta vivienda. Junto con lo que
fuera el Residencial Coronel, son los dos únicos edificios con estas
características en Benito Juárez.
Desde 1920 en
adelante, aparecen nuevos tipos de vivienda unifamiliar, de resolución
compacta, de uno o dos niveles, donde el patio y la galería desaparecen y en el
mejor de los casos pierden su jerarquía primigenia y dejan de participar como
ámbitos integradores de la vida familiar, expresan los arquitectos en su
estudio.
Para esta fecha ya
circulaban publicaciones de catálogos importados, con edificaciones “modernas”,
de los más variados estilos. Las nuevas tipologías de mayor incidencia en
Benito Juárez son dos: el chalet pintorequista, en uno o dos niveles, casi
siempre retirado de la línea municipal de edificación y el chalet tipo
“petit-hotel”.
Al segundo grupo (petit-hotel) pertenecen, entre otras, la vivienda de la familia Dannuncio, construida en 1929 ubicada en Suipacha entre Libertad y Av. Zabalza, de lenguaje monumentalista italianizante; y la que se encuentra en Av. Zabalza entre Lavalle y Rivadavia (originariamente de la familia Ebarlín), construida en 1931 por don Alfredo Ricci, siendo el proyecto del Arq. Ramiro Panacci.
En estas importantes
construcciones, como en otras, aparece de manera permanente la empresa
constructora del señor José Molli, como así también la carpintería metálica de
José Carusi, pioneros de la construcción que han dejado verdaderas obras
arquitectónicas que perduran a través del tiempo.
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