PLAZA INDEPENDENCIA

by Julio Cesar Carril on abril 20, 2021 in Fotohistorias, Plaza Independencia

Antes de ser un pueblo, el terreno de la actual plaza Independencia era un corral donde uno de los primeros habitantes, Don Mariano Urquiola, alojaba un rodeo de ovejas que había comprado para consumo propio. Las transformaciones de ese espacio fueron muchas y seguramente la visión de un propulsor de la forestación, como fue Pedro Díaz Pumará, le dio un carácter extraordinario. Siempre se dijo que la picardía de este destacado político, logró sumar la plantación de excelentes variedades, tras un descuido de la carga de un tren que llevaba plantas hacia el sur. Lo cierto es que todo sirvió para el embellecimiento del espacio verde más céntrico de la ciudad, que cumplía el paradigma de los pueblos del interior mostrando en su contorno, la ubicación de la Intendencia, la iglesia, un colegio, el edificio fiscal, un banco y el teatro.

Con el paso de los años la plaza fue cambiando en su diseño y los elementos que la componían, seguramente ello fue producto de nuevas corrientes de estética forestal o de dificultades propias del ciclo de un ser viviente como lo es un árbol.

La intención de esta página, es mostrar cual era el paisaje que nos proponía la plaza Independencia a través de los años, cuando existía la rotonda, los árboles bordeando el contorno y numerosas especies que hoy ya no están. También el entorno de las ramblas aportaban un aspecto distinto y la presencia en una de ellas del monumento al General San Martín generaba un punto de referencia para la celebración de actos patrióticos. La realización del monumento a la madre, que fuera inaugurado en el año 1962, aportó un nuevo atractivo a nuestra plaza principal y también otro motivo de concentración.

Pero más allá de las transformaciones y los nuevos elementos incorporados, la Plaza Independencia, mantiene su belleza y encanto, y sigue siendo el lugar de encuentro de los juarenses en cualquier momento del día y goza de las opiniones elogiosas de quienes ocasionalmente nos visitan.