SIMBOLO DE
El nombre de Pedro Díaz Pumará marco cuatro décadas en la política de Juárez, lo que hace necesario un espacio propio para conocer al personaje. Como todo caudillo seguramente ha generado amores y odios, pero quien gobernó la ciudad en persona o a través de sus hombres, cuarenta años debe tener sus merecimientos.
Lógico y justo es
entonces, que nos ocupemos de su figura en relación con su larga actuación, en
su defecto nuestra labor no sería de dimensión histórica, ya que le habríamos
sacado a Juárez una parte muy amplia de su proceso político e institucional en
el que Pumará fue primerísima figura.
Para entenderlo hoy,
podríamos decir que se trató de un caudillo vecinalista. Quienes lo conocieron
afirman que cuando llegó a Juárez, Pumará era Radical y luego se transformó en
Conservador. Claro está que los Conservadores “puros” no lo reconocían como
tal, es más, muchas veces desde las publicaciones escritas lo atacaban.
Pedro Díaz Pumará
había nacido en Buenos Aires en el barrio de Belgrano, el 25 de mayo de 1875.
Llegó a Juárez en
1899, luego de haberse recibido en
El destino era
adecuado para poner en práctica sus conocimientos y es así que cumple una
intensa labor, que muy pronto es conocida, rebasando los límites de Juárez.
Traía su plan, había estudiado nuevos métodos para mejorar los planteles
mediante la importación de reproductores tanto ovinos como vacunos, lo que
lleva a la cabaña a ocupar el primer puesto en el país, interviniendo sus
productos con éxito en certámenes nacionales, donde llama la atención el alto grado
de mestización.
Esa tarea cumplida
en silencio, hace conocer a Pumará, que paulatinamente gana simpatías y estima,
tanto en el ámbito rural como en el urbano. En esa forma se va conociendo su
persona y va aumentando su popularidad.
Una nueva lucha
“Asiste a numerosas reuniones, - señala
Salvador Romeo en su libro San Antonio- pero nadie supone que aquel hombre
joven, será con el tiempo el caudillo del lugar, inconmovible, adaptable a las
más variadas circunstancias y lo será por muchos años, haciendo de Juárez un
punto geográfico bonaerense con características particulares en lo que a la
política se refiere, ya que surge una fuerza local que muchas veces llega a
entendimientos del más diverso color, mientras el “pumarismo” mantenía el
contralor local y sus voces se escuchaban en las altas esferas, aunque
cambiaran la orientación nacional o provincial.”
Las obras
sobresalientes
Sobre las obras más
importantes al frente del municipio a sus instancia quedó inaugurado, el
Palacio Municipal, el Hospital “Adolfo Alsina”, se provee de agua corriente a
la población (algo verdaderamente de avanzada en toda la provincia si
consideramos que ocurrió hace 100 años), se adoquinan las calles de nuestra
ciudad cabecera; se viste con los mejores y finos ejemplares de ésta zona a la
plaza Independencia, se inaugura el Dispensario de Salubridad Municipal,
totalmente gratuito, tanto en la atención médica en consultorio, como a
domicilio y completando este vital servicio de beneficencia sin centavo alguno
para sus recurrentes, se agrega el servicio de farmacia gratuito, cerrando así
el círculo asistencial para todos los necesitados; se levantan en esquinas
estratégicas del entonces pueblo de Juárez, los denominados kioscos, en los que
se expendía a valores irrisorios lo urgentemente necesario para la canasta
familiar; funda
Los cargos
políticos
En cuanto a los
cargos políticos que ocupó Pedro Díaz Pumará, el primero fue como Comisionado
Municipal en 1902; en el mismo año fue nombrado diputado provincial, representación
que ejerció hasta 1912 (la ley permitía ejercer esos dos cargos en forma
simultánea). Desempeñó durante varios períodos el cargo de Intendente
Municipal, la presidencia del Concejo Deliberante y del Consejo Escolar.
Durante el año 1910 el gobierno provincial lo designó Comisionado Municipal en
el partido de Bolívar, donde actúa hasta marzo del año siguiente. Fue
Convencional Constituyente para la reforma de
El fallecimiento de Pumará
Responso oficiado en la iglesia Nuestra Señora del Carmen en Juárez
El diario El Nacional informaba el 13 de
abril de 1935 que “Por el tren de anoche fue conducido a
Llegado a
Un largo cortejo se trasladó a la
Iglesia del Pilar oficiándose un responso de cuerpo presente, conduciendo luego
al extinto al panteón de la Recoleta.
En nuestra ciudad se efectuó también el
funeral como lo muestra la gráfica y al cumplirse el primer mes de su deceso se
realiza un acto en la actual esquina de Libertad y Pumará (fotos), donde precisamente a
esta última calle, que se llamaba Las Piedras, se nomina Pedro Díaz Pumará,
descubriéndose una placa, que hoy existe, en un acto con masiva participación
popular, como lo ejemplifica la gráfica.
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