9 may 2021

PEDRO DIAZ PUMARA

 

SIMBOLO DE LA POLÍTICA LOCAL

El nombre de Pedro Díaz Pumará marco cuatro décadas en la política de Juárez, lo que hace necesario un espacio propio para conocer al personaje. Como todo caudillo seguramente ha generado amores y odios, pero quien gobernó la ciudad en persona o a través de sus hombres, cuarenta años debe tener sus merecimientos.

Pedro Díaz Pumará

Lógico y justo es entonces, que nos ocupemos de su figura en relación con su larga actuación, en su defecto nuestra labor no sería de dimensión histórica, ya que le habríamos sacado a Juárez una parte muy amplia de su proceso político e institucional en el que Pumará fue primerísima figura.

Para entenderlo hoy, podríamos decir que se trató de un caudillo vecinalista. Quienes lo conocieron afirman que cuando llegó a Juárez, Pumará era Radical y luego se transformó en Conservador. Claro está que los Conservadores “puros” no lo reconocían como tal, es más, muchas veces desde las publicaciones escritas lo atacaban.

Pedro Díaz Pumará había nacido en Buenos Aires en el barrio de Belgrano, el 25 de mayo de 1875.

Llegó a Juárez en 1899, luego de haberse recibido en La Plata de Ingeniero Agrónomo y Médico Veterinario, para trabajar en la estancia “Dos Marías” de Cecilio López, recomendado por Ramón L. Falcón, un destacado jefe policial, de entonces.

El destino era adecuado para poner en práctica sus conocimientos y es así que cumple una intensa labor, que muy pronto es conocida, rebasando los límites de Juárez. Traía su plan, había estudiado nuevos métodos para mejorar los planteles mediante la importación de reproductores tanto ovinos como vacunos, lo que lleva a la cabaña a ocupar el primer puesto en el país, interviniendo sus productos con éxito en certámenes nacionales, donde llama la atención el alto grado de mestización.

Esa tarea cumplida en silencio, hace conocer a Pumará, que paulatinamente gana simpatías y estima, tanto en el ámbito rural como en el urbano. En esa forma se va conociendo su persona y va aumentando su popularidad.

Una nueva lucha

 “Asiste a numerosas reuniones, - señala Salvador Romeo en su libro San Antonio- pero nadie supone que aquel hombre joven, será con el tiempo el caudillo del lugar, inconmovible, adaptable a las más variadas circunstancias y lo será por muchos años, haciendo de Juárez un punto geográfico bonaerense con características particulares en lo que a la política se refiere, ya que surge una fuerza local que muchas veces llega a entendimientos del más diverso color, mientras el “pumarismo” mantenía el contralor local y sus voces se escuchaban en las altas esferas, aunque cambiaran la orientación nacional o provincial.”

Las obras sobresalientes

Sobre las obras más importantes al frente del municipio a sus instancia quedó inaugurado, el Palacio Municipal, el Hospital “Adolfo Alsina”, se provee de agua corriente a la población (algo verdaderamente de avanzada en toda la provincia si consideramos que ocurrió hace 100 años), se adoquinan las calles de nuestra ciudad cabecera; se viste con los mejores y finos ejemplares de ésta zona a la plaza Independencia, se inaugura el Dispensario de Salubridad Municipal, totalmente gratuito, tanto en la atención médica en consultorio, como a domicilio y completando este vital servicio de beneficencia sin centavo alguno para sus recurrentes, se agrega el servicio de farmacia gratuito, cerrando así el círculo asistencial para todos los necesitados; se levantan en esquinas estratégicas del entonces pueblo de Juárez, los denominados kioscos, en los que se expendía a valores irrisorios lo urgentemente necesario para la canasta familiar; funda la Escuela Normal Popular de Juárez, llenando una sentida necesidad en lo cultural, que fuera origen de nuestro magisterio bajo la acertada dirección de una maestra de verdadera vocación docente, la siempre recordada Dolores Blanco.”

Los cargos políticos

En cuanto a los cargos políticos que ocupó Pedro Díaz Pumará, el primero fue como Comisionado Municipal en 1902; en el mismo año fue nombrado diputado provincial, representación que ejerció hasta 1912 (la ley permitía ejercer esos dos cargos en forma simultánea). Desempeñó durante varios períodos el cargo de Intendente Municipal, la presidencia del Concejo Deliberante y del Consejo Escolar. Durante el año 1910 el gobierno provincial lo designó Comisionado Municipal en el partido de Bolívar, donde actúa hasta marzo del año siguiente. Fue Convencional Constituyente para la reforma de la Constitución Provincial, sancionada el 23 de noviembre de 1934. En el mes de febrero de 1935 fue designado Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires, cargo que ejerce por un breve tiempo ya que la muerte lo sorprende el 15 de abril de 1935 en la Capital Federal, a pocos días de cumplir los 60 años.

El fallecimiento de Pumará

Responso oficiado en la iglesia Nuestra Señora del Carmen en Juárez 

El diario El Nacional informaba el 13 de abril de 1935 que “Por el tren de anoche fue conducido a la Capital Federal, sumamente delicado de salud, el Intendente Municipal, Dr. Pedro Díaz  Pumará, que desde hacía unos días se encontraba guardando cama. Acompañaron al Dr. Pumará los médicos Alfredo Saintout y Jose Livio Martini”.

Llegado a la Capital fue inmediatamente internado en el Sanatorio Devoto en donde falleció dos días después. Al funeral asistieron numerosas personalidades de la vida nacional y una delegación de la municipalidad local, del consejo escolar y de la Escuela Normal Popular, como así también amigos personales.

Un largo cortejo se trasladó a la Iglesia del Pilar oficiándose un responso de cuerpo presente, conduciendo luego al extinto al panteón de la Recoleta.

En nuestra ciudad se efectuó también el funeral como lo muestra la gráfica y al cumplirse el primer mes de su deceso se realiza un acto en la actual esquina de Libertad y Pumará (fotos), donde precisamente a esta última calle, que se llamaba Las Piedras, se nomina Pedro Díaz Pumará, descubriéndose una placa, que hoy existe, en un acto con masiva participación popular, como lo ejemplifica la gráfica.

 

 

 

 

 

 

 

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