Los archivos
indican que el ciclismo comenzó su actividad en forma organizada en 1936 cuando
el club Juarense se federó en Tres Arroyos. Lo que marcaba el ritmo de la
actividad fue la construcción de un velódromo de tierra, en el perímetro de las
instalaciones de la institución. Por entonces los ciclistas locales eran Carlos
y Jorge Solís, Ortiz (que era el mejor en esa época), Cittadini, “Goyo” López,
Ranini, Rolbide Acosta, Arturo Hernández, Juan Carlos Fernández, Marcos
Allamano, Pedro Brunero y Manuel Karolinger, entre otros.
El alto costo
del mantenimiento del velódromo hizo que este desapareciera y con él cayera la
actividad. Solo algunos intentos de festivales locales que eran animados entre
otros por Jesús García, Atilio Sarghini, Juan C. Colantonio, Juan Blanco,
Francisco Tovar, José Moreyra, Oscar Egoburu, Hernán Mackenzie, Juan C.
Balzaretti y Ubaldo Barnetche. En 1951 ya casi no había ciclismo.
BOCHAS
Como
todos los deportes, el de las bochas comenzó como un mero entretenimiento sin
mayores afanes competitivos. Cuando la actividad comenzó a desarrollarse en los
clubes, surgió la iniciativa de darle otro marco que valorice a las bochas. En
la década del 40 ya el Club Juarense contaba con dos canchas descubiertas que
congregaban a buen número de aficionados. De aquella época se recuerda a Ialmar
Wulff, Domingo Barreneche, Manuel Montenegro (los tres en la foto), Pedro
Galárraga, Alfredo Murno y los hermanos Allamano. En los comienzos las
competencias eran locales y luego se compitió en la región. La Asociación
Juarense de Bochas se conforma recién en 1964 y se dio el caso curioso en donde
había dificultades para hacerlo porque todos los bochófilos eran de Juarense.
De allí que se deja libre a todos los jugadores del club para que otros puedan
absorberlos y crear la Asociación bajo el impulso de don Pedro Tear su primer
presidente.
BOXEO
La
actividad boxística más importante en Juárez se da en la década del 60, no
obstante existen antecedentes de este deporte ya que a principios del siglo
pasado se realizaban festivales de box. Entre los pugilistas más populares se
encontraba “Lalo” Cocco quien a sus excelentes condiciones físicas y disciplina
se unía una gran vocación por el box. Combatió con figuras de nivel internacional,
según consignan los diarios de le época. También se recuerda a Miguel
Igarteburu, “Foca” Fernández, Jesús Oscar Andreoli, Jacinto Ferraro y Héctor
Piccirilli, posteriormente árbitro y promotor de nuevos valores.
El
interés de los juarenses por este deporte se vio reflejado el 14 de septiembre
de 1923 cuando varios cientos de vecinos se concentraron en la playa del Molino
Guglielmetti, donde la empresa a través de la radio y un parlante conectado a
la misma, hizo conocer los pormenores de la épica batalla del ring
protagonizada por el argentino Luís Ángel Firpo, el mítico "Toro Salvaje
de las Pampas", y Jack Dempsey, la
que dio lugar a la primera gran transmisión radiofónica desde los Estados
Unidos de América.
Cabe
agregar que un agosto de 1923, la localidad de Tedín Uriburu, era escenario de
un interesante festival boxístico en el que José Piaggentini, un destacado
pugilista de Tandil, fue derrotado por nocaut en el primer asalto, por su
homónimo de Tedín Juan Piaggentini, según consigna el diario Nueva Era de
Tandil.
1885: LA ACTIVIDAD
Incluimos esta actividad, en las incipientes prácticas deportivas de nuestra historia, porque las carreras de caballos son consideradas un deporte ecuestre. Este deporte tiene muchos siglos y hasta fue muy popular en las épocas de gloria del imperio romano.
Un 15 de enero
de 1885, un grupo de estancieros de Juárez deciden fundar el Circo de Carreras
que elige como presidente de la comisión a Pedro A. Rodríguez. Aquellos
distinguidos caballeros fundamentaron la iniciativa en el propósito de sustraer
al gauchaje, tan adicto a las carreras cuadreras, de las concentraciones que
tenían lugar los domingos en las “esquinas de campo”, pulperías o boliches,
donde fatalmente siempre se producían serios desórdenes y peleas, las más de las
veces con epílogos sangrientos. Las grescas entre paisanos se producían porque
el juego aún no era controlado y los diferendos o malentendidos eran muy
frecuentes.
El Circo de Carreras, tuvo esa denominación porque no alcanzaba la jerarquía de hipódromo. La comisión local recibió aportes de caracterizados vecinos del medio y estancieros, para adquirir las chacras e instalar allí las canchas, casillas, etc. Estas competencias hípicas atraían a gran cantidad público que provenían de distintos puntos de la campaña. Se concertaban grandes jugadas, apostándose no solamente dinero en efectivo, sino también haciendas, majadas enteras o el caballo ensillado, la rastra y las espuelas. Los jockeys de aquella época montaban a pelo, en mangas de camisa, con un pañuelo como vincha para el cabello, en medias solamente o con zapatillas.
En 1889 el
municipio pone a la venta en remate público las chacras 306, 307,332 y 323
donde estaba situado el Circo de Carreras, debiendo entregarse a la Comisión el
producto de ese remate para que adquiera nuevas chacras en mejores condiciones
para la instalación del Hipódromo.
POLO
Un deporte que solo quedó en intenciones fue el Polo. Ya era practicado en 1937, como lo atestigua el diario Tribuna al hacer referencia al partido que, a beneficio del hospital municipal, se desarrollaba entre el representativo de Juárez Club de Polo Alumni y el Club de Equitación y Polo de Azul, que en caravana llegaron a nuestra ciudad.
Una década después un grupo de hombres de campo, constituyeron a fines de 1947 el Club de Polo Juarense. La presidencia la ejercía Alfredo Rabellino, acompañado por Juan Mateucci, Enrique Roo, Mario Ebarlín, Filadelfio Roldan y Edelmiro Rabellino. La actividad solo se limitó a encuentros amistosos con equipos de la región integrando el equipo local Edelmiro y Angel Rabellino, Juan Cristeche y Enrique Roo.
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