En la tarde del
martes 3 de setiembre de 1918 ocurre un violento tiroteo a plena luz del día en
la plaza principal de nuestro pueblo, entre dos conocidos vecinos de entonces.
Para darle
contexto a esta crónica, debemos señalar que Juárez era gobernado por un
interventor, el radical Marcial Castell, que había desplazado por primera vez a
la Defensa Comunal que conducía Pedro Díaz Pumará. Castell como todo político
creó un periódico bisemanal llamado “La Verdad”, cuyo lema era la defensa de
los principios de la Unión Cívica Radical, para enfrentar a “El Nacional” que
era el órgano de difusión de Pumará.
La acotación viene
porque uno de los protagonistas del incidente era el director de “La Verdad”,
Blas Herlan, quien a las 14,30 horas de ese fatídico 3 de setiembre se
encuentra en el centro de la plaza con el joven Roberto Lenzi, con quien
mantiene una acalorada discusión, que lleva a que ambos sustraigan sus armas y mutuamente
se disparen varios tiros de revólver. Herlan, herido por un proyectil que le
traspasó el cuerpo de un costado al otro, a la altura del hígado, y dos más en
la pierna izquierda, falleció cuando lo llevaban para asistirlo a la farmacia
de Telayna. El joven Lenzi resultó ileso, aunque una bala le traspasó la ropa y
le rozó el vientre. El revólver de Herlán tenía las seis cápsulas vacías y solo
tres el de Lenzi”. A la justicia esto le daría la pauta que el agresor fue
Herlan y Lenzi actuó en defensa propia.
La publicación,
tras la pérdida de su titular determinó que tanto la Dirección como la
Redacción del periódico, funcionaran anónimamente y en la administración
desplazan a Claudio Villanueva por Bernabé Pérez.
¿CUAL FUE EL
MOTIVO?
Aparentemente
habría que desechar, las cuestiones políticas, porque estamos hablando del
director de un periódico radical, que con la nueva conducción trata a Roberto
Lenzi como “nuestro distinguido correligionario y amigo”.
Según “La Verdad”
el conflicto tiene connotaciones de carácter personal por “resentimientos
individuales que nada tienen que ver con la política”. Está claro que Herlan no
era muy hábil con las armas y su accionar fue más un impulso emocional. Sin
lugar a dudas Roberto Lenzi era un personaje complejo, a quien se le adjudica
el hecho ocurrido en 1928, cuando se tiroteó dentro de la Capilla del Colegio
de Hermanas con Claudio Villanueva, que había sido el administrador de La
Verdad cuando Herlan era el director, a quien dio muerte en el lugar.
EL PERIODICO
FELICITA AL MATADOR
Lenzi fue detenido
y debió enfrentar a la justicia. Cuando se produce la sentencia en la edición
del 26 de setiembre de 1918, “La Verdad” señala: “Ha sido reintegrado al seno
de su familia y amigos que le han manifestado sinceras adhesiones, el señor
Roberto Lenzi, sometido al fallo de la justicia a consecuencia del doloroso
suceso que es de dominio público. Lenzi regresó de Bahía Blanca una vez
notificado de la sentencia absolutoria dictada por el Juez. A las numerosas
felicitaciones que ha recibido el señor Lenzi por la feliz solución del
sensible conflicto en que tuvo que actuar, agregamos las de “La Verdad” que ha
esperado serenamente la alta y buena palabra de la justicia para traducir sus
impresiones”.
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