28 oct 2024

LOS DIRECTORES MUEREN EN LA PLAZA…


En el Juárez de las primeras décadas del siglo XX, con motivaciones de distinto “calibre”, muchas situaciones se resolvían, precisamente, a los tiros y la muerte estaba a la vuelta de la esquina. La Plaza Independencia, muchas veces fue escenario de acontecimientos lamentables y curiosamente un director de orquesta, sobre el que nos referimos oportunamente, y ahora el director de un diario, fueron víctimas.

En la tarde del martes 3 de setiembre de 1918 ocurre un violento tiroteo a plena luz del día en la plaza principal de nuestro pueblo, entre dos conocidos vecinos de entonces.

Para darle contexto a esta crónica, debemos señalar que Juárez era gobernado por un interventor, el radical Marcial Castell, que había desplazado por primera vez a la Defensa Comunal que conducía Pedro Díaz Pumará. Castell como todo político creó un periódico bisemanal llamado “La Verdad”, cuyo lema era la defensa de los principios de la Unión Cívica Radical, para enfrentar a “El Nacional” que era el órgano de difusión de Pumará.

La acotación viene porque uno de los protagonistas del incidente era el director de “La Verdad”, Blas Herlan, quien a las 14,30 horas de ese fatídico 3 de setiembre se encuentra en el centro de la plaza con el joven Roberto Lenzi, con quien mantiene una acalorada discusión, que lleva a que ambos sustraigan sus armas y mutuamente se disparen varios tiros de revólver. Herlan, herido por un proyectil que le traspasó el cuerpo de un costado al otro, a la altura del hígado, y dos más en la pierna izquierda, falleció cuando lo llevaban para asistirlo a la farmacia de Telayna. El joven Lenzi resultó ileso, aunque una bala le traspasó la ropa y le rozó el vientre. El revólver de Herlán tenía las seis cápsulas vacías y solo tres el de Lenzi”. A la justicia esto le daría la pauta que el agresor fue Herlan y Lenzi actuó en defensa propia.

La publicación, tras la pérdida de su titular determinó que tanto la Dirección como la Redacción del periódico, funcionaran anónimamente y en la administración desplazan a Claudio Villanueva por Bernabé Pérez.

¿CUAL FUE EL MOTIVO?

Aparentemente habría que desechar, las cuestiones políticas, porque estamos hablando del director de un periódico radical, que con la nueva conducción trata a Roberto Lenzi como “nuestro distinguido correligionario y amigo”.

Según “La Verdad” el conflicto tiene connotaciones de carácter personal por “resentimientos individuales que nada tienen que ver con la política”. Está claro que Herlan no era muy hábil con las armas y su accionar fue más un impulso emocional. Sin lugar a dudas Roberto Lenzi era un personaje complejo, a quien se le adjudica el hecho ocurrido en 1928, cuando se tiroteó dentro de la Capilla del Colegio de Hermanas con Claudio Villanueva, que había sido el administrador de La Verdad cuando Herlan era el director, a quien dio muerte en el lugar.

EL PERIODICO FELICITA AL MATADOR

Lenzi fue detenido y debió enfrentar a la justicia. Cuando se produce la sentencia en la edición del 26 de setiembre de 1918, “La Verdad” señala: “Ha sido reintegrado al seno de su familia y amigos que le han manifestado sinceras adhesiones, el señor Roberto Lenzi, sometido al fallo de la justicia a consecuencia del doloroso suceso que es de dominio público. Lenzi regresó de Bahía Blanca una vez notificado de la sentencia absolutoria dictada por el Juez. A las numerosas felicitaciones que ha recibido el señor Lenzi por la feliz solución del sensible conflicto en que tuvo que actuar, agregamos las de “La Verdad” que ha esperado serenamente la alta y buena palabra de la justicia para traducir sus impresiones”.

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