2 jun 2022

LA CASA MÁS HERMOSA?

 


La actualidad y la historia se cruzan muchas veces y nos muestran valores que por cotidianos, no adquieren relevancia.

Recientemente sale a la venta una casa centenaria, que es un verdadero emblema de los orígenes de la ciudad, marcando un estilo de las grandes construcciones de inicios del siglo XX, que comienzan a plantar la escenografía de la llamada, por entonces “la avenida de los ricos”.

Se consideraba que el desarrollo del pueblo iba a tener en la avenida Urquiza, el acceso al incipiente conglomerado urbano, seguramente porque Tandil era el norte de donde llegaban visitantes, comerciantes y vecinos que venían a afincarse.

Pero no fue así. Precisamente el acceso quedó en el otro extremo de la avenida, no obstante, muchas de esas construcciones perduran y algunas en condiciones excelentes.

Una muestra clara de estas es la ubicada, actualmente, en avenida Urquiza entre avenida Fortabat y Maipú.

Para la Sociedad de Arquitectos de Juárez, se trata de “una de las viviendas más hermosas de Juárez”. Sobre la misma cuentan que Santiago Udaquiola trae de Buenos Aires un proyecto realizado por dos arquitectos de su amistad y contrató al señor José Molli para concretarlo. Era una edificación en U con galerías alrededor del patio central y numerosas dependencias de servicio, caballerizas (con entrada por la avenida Fortabat por donde ingresaban los carros y villalongas), lavaderos, carbonera, etc.

Antes de la finalización de la obra la adquiere Francisco Ureta, y en 1914 se concluye la primera etapa. Bajo las galerías que daban al patio, y en todo su recorrido, las paredes tenían pintados paisajes y también en el interior del salón comedor estaba adornado con pinturas de motivos frutales, murales que realizaba el señor Merlino.



En 1917/18 se amplía la casa con dos habitaciones, un baño y un estar íntimo, cerrado con mamparas de hierro y vidrios coloreados que llegan hasta el techo. Se construye un gran hall de 91 metros cuadrados que caracteriza esta vivienda. Junto con lo que fuera el Residencial Coronel, son los dos únicos edificios con estas características en Benito Juárez.

La vivienda a partir del año 1955 pasó a ser propiedad de la familia Actis Caporale. Sin dudas hablamos de una vivienda de excepción, con características muy adecuadas para su época, donde las familias eran numerosas, pero quizás, no tan prácticas para los tiempos que corren.

Sea cual fuere el destino de la vivienda, como juarense desearía que siga en pie y se mantenga en las excelentes condiciones en las que ha llegado hasta hoy.

Claro que a la hora de soñar, a quienes les gusta la historia, podrían imaginar el escenario del gran Museo Municipal…. Pero los sueños, sueños son. O no?

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