El político y escritor cubano, José Martí, destacado precursor del
Modernismo literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la
independencia de su país publicó en 1884 una crónica sobre nuestro pueblo en
formación, de manera elogiosa.
Resulta llamativo que en esos tiempos la información haya llegado hasta
Nueva York, donde Martí publicaba la revista “La América”, en la que incluye el
comentario. Habla de un viajero que le contó sobre el crecimiento de nuestro
pueblo. Es imposible identificar al
viajero, pero una aproximación podría ser la estrecha relación del escritor con
la familia Mitre y ésta con Mariano Roldán. Precisamente el hijo del General
Bartolomé Mitre, a quien lo apodaban “Bartolito” Mitre y Vedia para
diferenciarlo de su padre, como director del diario La Nación, le propone a
Martí ser su corresponsal en Nueva York. El cubano responde positivamente a la
propuesta del diario argentino.
A partir de enero de 1883 mandará sus crónicas sobre Estados Unidos desde
Nueva York, pero usará su pluma para emitir críticas constructivas, aunque
algunas muy críticas, el diario La Nación las censuraba.
En ese año Mariano Roldán fija su residencia en Buenos Aires, en el barrio
de Recoleta, frecuentando los ámbitos políticos exponiendo la realidad de los
pueblos del sur bonaerense, sobre todo con la familia Mitre, al punto que el
General acepta la invitación de su amigo para vacacionar en la estancia “Sol
Argentino” de nuestro fundador en 1889. También fue Mariano Roldán quien nombra
como corresponsal de La Nación en Juárez a Urbano García, lo que acuerda con el
Dr. Luis Mitre, (hijo de “Bartolito”) demostrando que tenía contacto estrecho
con la cúpula del diario.
Otro dato a tener en cuenta, de la relación de José Martí con la Argentina,
es que fue nombrado cónsul general de Argentina en Nueva York en julio de 1890,
por decisión del entonces Ministro de Relaciones Exteriores Luis Sáenz Peña,
con el que se encontraba en esa ciudad y mantenía una gran amistad.
LA NOTA DE JOSÉ MARTÍ SOBRE NUESTRO PUEBLO
Desde las páginas de la revista “La América”, Martí se desempeñará como un
notable divulgador de los avances de la ciencia y la tecnología de finales del
siglo xix, cuando asume en 1883 la
dirección del referido medio. Hay
números en los que todos los trabajos son redactados por José Martí, asumiendo
también el diseño de llamativas ilustraciones.
En mayo de 1884, le cuentan que existía en la Argentina un pueblo con el
nombre de Juárez, el prócer mejicano, y no pudo contener su sentimiento de
entusiasmo y publicó en su revista la siguiente crónica:
“No queremos hablar de Juárez ahora, -dice
Martí- sino de un pueblo que hay en la América del sur llamado por este nombre.
Las maravillas ajenas cantamos, como si no las tuviéramos propias”.
“Un viajero nos está contando del pueblo
risueño y próspero de Juárez. En medio de quintas y haciendas se levanta, y en
cuatro leguas a la redonda está lujosamente cultivado. Anchas de veinte varas
son las calles, y algunas de treinta, y sus manzanas, tiradas en cuadros a los
medios vientos, tienen 100 varas por 140. Acá una escuela de varones; y más
allá, la de niñas; más allá escuelas mixtas, donde se ensaya con miramiento y
éxito la educación en común de los niños de poca edad.
Numerosas casas de comercio, llenas
siempre de vendedores y compradores de los varios artículos del país, negocian
por grandes sumas la desbordante cosecha de trigo; la sucursal de un banco
poderoso adelanta con cordura capitales a cuanto agricultor honrado se lo pide;
a la sombra de las aspas de los molinos está ya tendiendo los últimos rieles de
ferrocarril que a distancia de cien leguas va a unir a Juárez con la capital de
la República famosa; limpiase a toda prisa los terreno vecinos para dar a
familias extranjeras, mezcladas con algunas nacionales, haciendas de 60 a 90 acres de tierra excelente, a pagar a
diez años y de lo mismo que el suelo vaya dando; la población, animadísima ya
pasea en los días calurosos por la gran plaza central, de altos árboles
sombreada, que es la gala del gran pueblo, o por otras plazas bellas que tiene
la ciudad en las esquinas; ya se junta en la airosa cosa del rico municipio a
platicar y danzar alegremente”.
“Del trigo no saben qué hacerse. Dicen que
inspira dicha la de aquellos prósperos habitantes. Son numerosas las sociedades
caritativas; y si la de los españoles es unida, no le es en zaga la de los
italianos. Ya tienen más hijos y están levantando más escuelas.
Pues esa hermosa ciudad fue fundada sobre
la hierba de una llanura, hace siete años. Y ¿Dónde es la maravilla? ¿En Texas?
¿En Colorado? ¿En algún territorio de los Estados Unidos?
No, es en Buenos Aires.” concluye José
Martí.
Un placer leer estas crònicas!
ResponderEliminarGracias por recopilar tanta historia!!!! Y en muchos casos completar anécdotas o situaciones contadas por mis padres...que no se pierdan!!! Bibiana Mortati
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