Banco Provincia de Juárez 1915 |
Cuando
recorremos la historia argentina observamos reiterados ejemplos de crisis
bancarias de distinta intensidad. No es el propósito analizarlas, sino marcar
que no son noticias de tiempos actuales, vienen de muy atrás. El Banco de la
Provincia de Buenos Aires, fundado como
una institución independiente en 1822, fue protagonista de una de esas
crisis.
La
sede de Banco Provincia en nuestra ciudad abrió sus puertas por primera vez el
1 de marzo de 1883, impulsada, seguramente, por la potencialidad de los
negocios en materia pecuaria. En aquel entonces era una de las últimas hacia el
sur de la provincia, antes de Bahía Blanca; sucursal inaugurada por la
institución, que había iniciado un plan de expansión para llegar con sus
servicios a las ciudades más pujantes del territorio bonaerense.
El
desenvolvimiento próspero del Banco de la Provincia de Buenos Aires sufrió una
brusca declinación durante casi quince años, como consecuencia de la crisis
financiera de 1890. Sus causas fueron múltiples y, aunque percibidas en parte,
quizás no fueron adecuadamente comprendidas en cuanto a las consecuencias
inmediatas que habrían de desencadenar. Las autoridades del Banco, creyeron al
principio que estaban ante una conmoción pasajera, pero entró en cesación de pagos y el Estado
provincial debió hacerse cargo del mismo para pasar a utilizarlo básicamente
reducido a la emisión de moneda.
En
agosto de 1892, hubo tentativas para reabrir los créditos en las localidades
bonaerenses con mayor desarrollo agropecuario; pero la revitalización no se
logró, y comenzó el cierre de sucursales. La de Juárez funcionó hasta el 8 de
junio de 1895, y entró en el último lote de clausuras, momento en que la crisis
hizo que se cerraran la casi totalidad de sucursales de la provincia. De las
cuarenta y dos sucursales existentes al principio de 1893, sólo subsistían a
fines de 1895, las mismas tres con las cuales el Banco emprendió su expansión
en la provincia treinta y dos años antes, (San
Nicolás, Mercedes y Dolores).
Poco
a poco se fue superando la crisis y la reapertura se produjo catorce años más
tarde el 2 de agosto de 1909. Para ese tiempo ya operaba en Juárez el Banco
Nación, lo hacía desde 1905 y también el Banco Popular de Juárez que estaba
ubicado en la calle Rivadavia. Precisamente con la base de esta institución
local, que se liquida, se instala la sucursal del Banco de
El
banco comienza una rápida expansión en la cantidad de sucursales, y el
considerable crecimiento de su actividad operativa, generaron la necesidad de
un plan de obras. Se trataba de construir edificios aptos para las necesidades
prácticas y, a la vez, representativos de la importancia de la presencia del
Banco en cada localidad bonaerense. Los proyectos son encargados al arquitecto
Luís B. Rocca, de treinta y cuatro años de edad, quien continuó a cargo de los
requerimientos del Banco, que manejaba con un característico estilo francés,
variante del “Luís XIV”, y construcciones muy sólidas y de rápida ejecución. La
característica de los edificios es la ubicación en las esquinas y casi todos
muy similares, algunos casi idénticos.
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