17 oct 2021

Mariano Roldan negocia tierras con la familia del General Belgrano

 


      Los negocios de las tierras que fueron conformando el partido de Juárez ocurrieron a mediados del siglo XIX y era desde el pueblo de Azul, donde se concretaban las transacciones. En décadas anteriores vastos territorios eran concedidos a quienes ejercían el poder militar o político como, Prudencio Rosas, el hermano de Juan Manuel, y también de próspero comerciantes, como el yerno del general Manuel Belgrano. Precisamente con la familia del creador de la bandera, Mariano Roldán negoció gran parte de las tierras del “Sol Argentino”.

El fundador del partido era una persona muy informada y tenía capacidad de proyectar su actividad en el negocio rural. Utilizó con astucia los beneficios de la Ley de 1857 sobre arrendamientos rurales, que buscaba ordenar y regularizar la situación caótica de las tierras públicas de la Provincia.  

En 1858 Mariano Roldán deja la ciudad para consagrarse a las tareas rurales en el establecimiento San Rufino, en campos de Azul. Al advertir los beneficios de la ley para quienes se establecen fuera de la frontera, donde no pagan arrendamiento, en 1862 liquida su habilitación de esa estancia fundando en pleno desierto, su primer establecimiento al que nombra de “El Porvenir”; una avanzada de la civilización hacia donde miraron con curiosidad los valientes pobladores de la zona. Desde allí Roldán despachó numerosas comunicaciones años después, en su carácter de Juez de Paz y Comandante Militar.

Los terrenos ubicados al exterior de la línea de frontera podrían ser concedidos por término de 8 años, sin pagar arrendamiento. A medida que se ampliaba la frontera, se caían los beneficios de El Porvenir, por lo cual Roldán, con muy buena visión para los negocios, transfiere el 50% de la propiedad a Anacleto Urioste, el 25% Nicolás Benítez y el otro 25% a Andrés Fernández.

Antes de ello ya había adquirido las tierras para instalar la estancia “Sol Argentino”, fuera de la línea de frontera. Era un muy buen negocio, pero se arriesgaba la vida, porque las incursiones indígenas, con menor frecuencia, seguían ocurriendo.

Si bien no existe precisión, porque desde la solicitud, pasando por la mensura, la transferencia y la construcción del casco de la estancia pasaba mucho tiempo, sería en 1868 que Roldán adquiere a Dámaso Moreno unas 6 mil hectáreas, prácticamente el 50% de lo que fue al final “Sol Argentino”, en el sector norte donde se levanta la edificación del casco.

En 1860 lo que finalmente sería el terreno de la estancia de Roldán, tenía cuatro arrendatarios. Al norte Don Juan Hornos, luego Franco Maldonado, Manuel Vega Belgrano, yerno del creador de la bandera (se había casado con Manuela Mónica Belgrano, hija del general) y Gregoria Balderramos viuda de Blas Hornos.

En 1872 Roldán, busca extender su territorio hacia el sur en dirección a las lomadas y laguna de Kalilun-kul. Ese año el Gobernador de la provincia le otorga la escritura de propiedad de los campos que pretendía Roldán, a Manuel Vega (Bega en la escritura) Belgrano, que era a la vez el sobrino nieto y yerno del creador de la bandera.

Las negociaciones comenzaron con Manuel y siguieron con los herederos, que eran los nietos del general Belgrano. Primero le compra a Flora Vega de Belgrano y luego a su hermano Carlos, un total de ocho mil noventa y nueve hectáreas.

Roldán ordena los distintos cuadros de su establecimiento, adquiriendo franjas sobrantes que el Estado otorgaba a los arrendatarios linderos sumando unas 15 mil hectáreas en total.

En los planos de 1880 se concreta la traza definitiva de esta estancia fundacional, donde Don Mariano Roldan desarrolla toda su capacidad de lucha en la política, en la empresa y en la valentía para enfrentar las adversidades en un territorio inhóspito, con escasa presencia de un debilitado ejército que sin recursos intentaba defender la frontera sur.

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