Cuando
nuestros senadores y diputados bonaerenses trataban la creación de nuestro
distrito, existía acuerdo unánime en concretarlo, pero a la hora de poner el
nombre al nuevo partido a fundarse, aparecieron los desacuerdos.
La
iniciativa ingresó por el Senado, el 19 de octubre de 1867, y ya dos legisladores ponían reparos al nombre
de Juárez. El senador Estévez Saguí consideraba que si no fuese por la urgencia
y que el ciudadano a quien se hace se hace alusión es de una república distante
a la nuestra “yo me habría de oponer a usar el nombre de una persona viva. Si fuera de nuestro país no lo admitiría,
porque es muy peligroso que se use el nombre de personas vivas, por más
servicios que hubieren hecho”.
El senador
Acosta no estaba tampoco de acuerdo con el nombre de “Juárez”, pero lo aceptaba
porque México estaba muy lejos y además no tenemos relaciones con ese país. Su
par Haedo también consideraba de alguna manera que al ser un país tan lejano no
iba a traer inconvenientes.
Cuando la
iniciativa llegó a la Cámara de Diputados, el 29 de octubre, se ingresó en una discusión
filosófica. El senador Ocantos decía que aprobaba la creación del partido, pero
modificando el nombre que no debe ser Juárez, sino Puebla…. Démosle a este
partido el nombre del pueblo en que más se han distinguido esos mártires, no el
nombre de un hombre a quien todavía falta juzgarse por la posteridad… Solo
acepto este artículo con la modificación que acabo de indicar.”
Esa postura
sumaba adhesiones y Dardo Rocha, que fue el gestor del proyecto, decía que se
iba a perder tiempo porque el trámite debía volver al Senado. “Si quieren
honrar al pueblo hagan otra ley especial”, decía enojado.
El senador
Benítez consideraba que cambiar la palabra de “Juárez” por la de “Puebla” es
rendir tributo al efecto en lugar de rendirlo a la causa: “Puebla” es el efecto
que ha causado Juárez en defensa de México y él es la causa. Su colega Ocantos no
estaba de acuerdo y consideraba que es más importante rendir culto a un pueblo
que a un hombre.
Finalmente
se aprobó el nombre de Juárez y el gobierno un 31 de octubre de 1867, con la
firma de Adolfo Alsina, creó el partido.
Como se
desprende de este tratamiento, observamos que en verdad pudo superar la
instancia de la cámara de Senadores, porque quienes no estaban de acuerdo
apelaron a lo que en esos tiempos era una realidad geopolítica: pongámosle
Juárez, que México queda muy lejos y no se van a enterar porque no tenemos ninguna
relación con ellos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario