En el centro Domingo Faustino Sarmiento, a la derecha José María Muñiz y a la izquierda su hermano Emilio, en Junín. |
Al
cumplirse 150 años de la aprobación del ejido del pueblo de Juárez, el nombre
de José María Muñiz cobra relevancia en virtud de haber sido el autor de esa
traza.
Pero es
muy poco lo que se sabe de este profesional, que da nombre a un tramo de las
avenidas de circunvalación, que tiene su continuidad en la avenida Juan Manuel
de Rosas.
José María
Muñiz Bastarte, nació en 1841 en Buenos Aires, estaba casado con Encarnación
Elena Torres Sáenz Valiente. Si bien se lo menciona como Agrimensor, él se presentaba como
Ingeniero Geógrafo, según se desprende de un acta que lleva su firma. Era uno
de los nueve hijos que tuvo el sabio naturalista y distinguido médico
argentino, coronel Dr. D. Francisco Javier Muñiz, un destacado militar que
asistía en campos de batalla a los heridos en las luchas civiles y en la Guerra
del Paraguay. Domingo Faustino Sarmiento era un
gran admirador a tal punto que publicó
el libro “Vida y escritos del Coronel Francisco J. Muñiz” en 1885,
destacando su figura.
Cuando en 2020 estábamos en pandemia, muchos han
escuchado el nombre de Francisco Muñiz porque
el mayor hospital de tratamiento de enfermedades infecciosas del país,
es el Muñiz, en Buenos Aires, en homenaje a éste hombre que combatió la fiebre
amarilla, que ocasionó su propia muerte.
Volviendo al creador del trazado del pueblo de
Juárez, es importante señalar su amistad
con Domingo Faustino Sarmiento, ya que fue huésped de la estancia que José María Muñiz tenía en
Junín con su hermano Emilio, frente a la Laguna Mar Chiquita y que llevaba su
nombre (la foto identifica ese momento).
En mi
interpretación, vale hacer una referencia a la imposición que el gobierno hacía
de Muñiz, para realizar los trabajos en varios distritos del interior
bonaerense y no aceptaba a otros profesionales. Las relaciones políticas tenían
mucho que ver. Cuando la demora de la presencia de Muñiz en Juárez, hizo que se
propusiera para el trabajo a un agrimensor que lo hacía en forma gratuita, se
le negó la propuesta y debieron esperar a que Muñiz se desocupe.
El pago a
Muñiz en algunos casos, parte era con dinero y otra con varios lotes de terreno
de la ciudad a construir, esto ocurrió en Rawson (una localidad del partido de
Chivilcoy) y en Necochea, entre otros distritos.
José María
Muñiz, falleció en Buenos Aires el 21 de marzo de 1901.
EL MODELO “CIUDAD PAMPEANA”
Las
ciudades del interior bonaerense, en su mayoría, tienen un eje central que es
la plaza y los edificios públicos a su alrededor, no es casualidad, es un
modelo. El ingeniero Muñiz, para la traza del ejido debía respetar los modelos de diseño de ciudades ya
establecidos. Cada núcleo urbano, está rodeado de dos áreas de cultivo
concéntricas, la zona de quintas y la de chacras, destinadas a las llamadas
“tierras de pan llevar”. La suma de esas dos zonas con el núcleo urbano se
denomina ejido, y conforma la unidad urbano-productiva de la ciudad, que se
diferencian del resto del territorio destinado mayormente a la ganadería.
Estas tres
zonas están separadas entre sí por amplias calles, o bulevares de
circunvalación, que las delimitan claramente. Esos, bulevares, junto con las
dos avenidas principales que se cruzan en el centro del núcleo urbano y las
calles comunes, conforman el sistema viario de la ciudad. En el cruce de las
dos avenidas se ubica la plaza principal. Ésta ocupa una, dos o cuatro manzanas
alrededor de dicho cruce. La plaza, como espacio cívico por excelencia de la
ciudad, nuclea los equipamientos relacionados con la vida pública: municipalidad,
iglesia, escuela pública, teatro o centro social y banco. Estas características
son las que hace 150 años, cumplió José María Muñiz para marcarnos la traza de
la ciudad por nacer.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario